‘Hay más Mariposas Monarca en adornos del Centro que en el cielo’; expertos señalan reducción de migración por Saltillo

El pronóstico para la migración de las mariposas monarca en 2024 es desalentador. “Hay más mariposas ahí en los adornos que en el cielo”, comentó Rocío Treviño, coordinadora del programa Correo Real de PROFAUNA, reflejando la preocupación por la escasa presencia de estos insectos en zonas donde normalmente se avistan miles.

Las recientes observaciones en Coahuila y otros estados del norte de México sugieren una reducción notable en la migración de esta emblemática especie, lo que preocupa tanto a científicos como a ambientalistas.

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El último gran avistamiento de mariposas monarca en México fue en 1996, cuando estas ocuparon alrededor de 19 hectáreas de bosque en sus sitios de hibernación. Desde entonces, el número de mariposas que realizan la travesía anual desde Canadá y Estados Unidos hacia los santuarios mexicanos ha disminuido considerablemente, y este año, las condiciones parecen desfavorables para su llegada.

Según Treviño, las recientes observaciones han sido desalentadoras: “Los reportes muestran una o dos mariposas solamente, y aunque hemos registrado algunas en el área de protección de la fauna del Carmen, en el municipio de Ocampo, el número de ejemplares sigue siendo muy bajo”.

Esto contrasta con otros años, cuando los cielos se llenaban de mariposas volando en grandes grupos hacia el sur.

CONDICIONES DESFAVORABLES EN CANADÁ Y ESTADOS UNIDOS

El mal pronóstico para la migración de las mariposas monarca este año había sido anticipado por expertos. Durante el verano, en las zonas de reproducción al norte de Estados Unidos y el sur de Canadá, las mariposas enfrentaron condiciones adversas: lluvias intensas seguidas de una ola de calor.

Estas condiciones afectan la reproducción de la especie, ya que los cambios bruscos de temperatura y humedad limitan su capacidad de producir nuevas generaciones.

“A principios de este año, se reportó que la reproducción en sus áreas de verano fue mala debido a las condiciones climáticas. La lluvia excesiva y el calor extremo no favorecen la reproducción de los monarcas”, explicó Treviño.

Este año, las mariposas parecen haberse quedado “estancadas” en el norte debido a los vientos del sur que frenan su avance hacia México. Además, el frente frío, que suele impulsarlas hacia el sur, ha tardado en llegar, lo que complica aún más la situación.

Otro factor que contribuye a la disminución de las monarcas es el uso de herbicidas en los campos de maíz y algodón en Estados Unidos. Estos productos afectan a las plantas de algodoncillo, esenciales para la reproducción de las monarcas, ya que ahí depositan sus huevos. La reducción de estas plantas provoca una disminución en el número de mariposas que logran nacer y migrar.

A esto se suman las muertes ocasionadas por el tráfico vehicular en las carreteras norteamericanas, un riesgo constante para las monarcas en su recorrido de miles de kilómetros hacia los santuarios de México.

“Es una situación muy preocupante”, señaló Treviño. “Aunque el área de producción en el norte no ha disminuido, las inclemencias del clima y la pérdida de plantas de algodoncillo afectan seriamente su reproducción”.

ESPERANZA EN FRENTE FRÍO

La única esperanza que queda es la llegada de un frente frío en las próximas semanas, aunque este fenómeno también parece estar retrasado.

“El viento del sur ha soplado durante tres semanas, y estamos esperando que un frente frío, que solía llegar a principios de octubre, impulse a las mariposas hacia el sur. Pero ahora ese frente frío también está retrasado”, añadió Treviño.

En las pocas observaciones recientes, como un taller de observación en San Luis Potosí, las mariposas monarca también han aparecido en cantidades muy reducidas.

“Mis compañeros reportaron solo cuatro mariposas en una semana de observación en Villa de Reyes, en un campo de cempasúchil y una escuela, cuando en otros años se habrían visto decenas o cientos”, explicó la coordinadora.

La migración de las mariposas monarca es un fenómeno natural que cada año atrae la atención y el asombro de miles de personas en México, quienes esperan ver los cielos cubiertos de tonos anaranjados y negros.

Sin embargo, este año el panorama parece más sombrío. Las condiciones adversas en sus áreas de reproducción, el cambio climático, el uso de herbicidas y los riesgos en su camino han reducido significativamente el número de mariposas que logran llegar a los bosques de México.