Pendiente desde 2003 el Plan de Desarrollo Urbano Metropolitano para 2025
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El documento planteó desde hace dos décadas que aspectos como suelo urbanizable, proyectos conjuntos con Nuevo León o la conservación de los centros históricos de Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga se proyectaran en un solo plan
Desde el año 2003, la entonces llamada Secretaría de Planeación y Desarrollo de Coahuila planteó la necesidad de crear un Nuevo Plan de Desarrollo Urbano Metropolitano para los municipios de Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga para el año 2025.
A través del “Plan Estratégico de Desarrollo de los municipios de Saltillo, Arteaga y Ramos Arizpe al año 2025”, se expuso que estos planes rectores debieron dejar de hacerse por separado y conformar en un solo proyecto a los tres municipios.
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El propio Plan Estratégico describe a un Plan de Desarrollo Urbano como “una serie de instrumentos legales —controles de urbanismo, regulaciones de las subdivisiones, así como códigos de construcción y vivienda— que estipulan los criterios de utilización del terreno y la calidad de la construcción”.
Agrega que el principio-guía que debe conducir el razonamiento estratégico es que el propósito de autoridades y actores de la sociedad es hacer ciudades para los ciudadanos; “el ciudadano es el centro y el móvil de toda estrategia, no es el automóvil el eje de la planeación urbana ni las oportunidades inmobiliarias”, expone.
El documento incluye un análisis FODA en el que una de las fortalezas que se identificaron en 2003 fue que entonces la capital coahuilense tenía aún un tamaño manejable, además de la oportunidad que representa ser atractivo para la atracción de empresas.
Una de sus debilidades fue la cultura urbana centrada en el automóvil y la “falta de coordinación intermunicipal para poder plantear estrategias para toda la zona metropolitana”.
¿CÓMO SE PLANTEÓ EL NUEVO PLAN METROPOLITANO EN 2003?
El Nuevo Plan de Desarrollo Urbano Metropolitano debió incluir la definición de la densidad de suelo urbano, la cantidad de suelo urbanizable, opciones de urbanización, zonas industriales y residenciales, futuros desarrollos, reservas territoriales, etc.
También planteó hacer planes especiales para los tres centros históricos, aspecto que se cumplió en Saltillo y Ramos Arizpe.
A su vez señaló que la necesidad de revisar y proyectar al 2025 las circunvalaciones o periféricos de la zona metropolitana que comuniquen rápidamente zonas industriales, comerciales, habitacionales, turísticas, culturales, recreativas y faciliten las vialidades internas.
Un nuevo trazo de la infraestructura ferroviaria para evitar problemas con el tráfico y el ruido hacia los vecinos fue otro aspecto propuesto décadas atrás.
“Considerar proyectos conjuntos con los municipios adyacentes de Nuevo León que experimentan el traslado regular y frecuente de personas”, puntualiza el documento.
AÚN NO HAY ARTICULACIÓN FUNCIONAL
Al respecto, el docente de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), José Ruiz Fernández, expuso que la integración metropolitana de las tres manchas urbanas se ha dado por la inercia del crecimiento de cada una de estas “sin lograr aún un continuo urbano congruente, que permita su articulación funcional”.
Explicó que esta forma de integración provoca una movilidad pendular saturada entre los municipios de la Zona Metropolitana, lo que es perceptible particularmente en las horas pico, donde se congestionan las vialidades principales por el flujo de ida y vuelta de personas.
Agregó que esto sucede principalmente de quienes van de la casa al trabajo y viceversa. “Incorporar en la planeación de la Zona Metropolitana un sistema integral de movilidad metropolitana sería un activo extraordinario que, con la llegada del Tren de pasajeros México-Nuevo Laredo y la conexión con Derramadero se abre la puerta a una oportunidad inmejorable para replantear la forma en que se articula la zona”, mencionó.
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Ruiz Fernández añadió que un sistema integral de movilidad metropolitana no se queda solo en el aspecto del transporte sino que implica el replanteamiento de la forma en que se distribuyen dentro de la ZM la vivienda, el equipamiento urbano, los nodos de atracción y, en consecuencia, sus dinámicas.
“Retomar la visión policéntrica del PDDU (Plan Director de Desarrollo Urbano) de Saltillo para toda la ZM, aportar insumos para una diversificación modal eficiente, la homologación reglamentaria y normativa, así como dar prioridad a la revitalización y consolidación de los polígonos urbanos que se han ido degradando por efecto de la falta de planeación, son algunos de los temas de necesarísima consideración en un Plan de Desarrollo Urbano Metropolitano”, concluyó.