Saltillo: captan caída del obispo Raúl Vera en la calle General Cepeda (video); vecinos critican estado de obras
De acuerdo con acompañantes del Obispo Emérito de Saltillo, habría tropezado con plásticos que “hay que brincar” en las obras; se encuentra bien, aunque reposando para recuperarse
Vecinos del Centro de Saltillo captaron, a través de sus sistemas de videovigilancia, la caída del obispo emérito de Saltillo, Raúl Vera López, en medio de las obras de la calle General Victoriano Cepeda, que están a punto de cumplir seis meses en ejecución.
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Los hechos ocurrieron la noche del miércoles pasado, en la esquina de General Victoriano Cepeda y Mariano Escobedo, cuando el obispo se dirigía a su domicilio en la calle Hidalgo tras sostener una reunión con su colaboradora, Jackie Campbell.
En el video registrado por una de las vecinas de la zona, se aprecia la aparatosa caída del obispo, quien, de acuerdo con sus acompañantes, tropezó al enredarse con uno de los plásticos de retención colocados en la obra.
Las imágenes muestran que el obispo, de 79 años, sufrió lesiones en su brazo izquierdo. Según Jackie Campbell, el obispo se encuentra estable y en reposo, aunque adolorido y molesto por las condiciones que derivaron en el accidente.
La obra, que lleva aproximadamente 140 días desde el inicio de los trabajos, ha sido objeto de constantes críticas de los vecinos, quienes han reportado problemas como la falta de agua, mala ejecución, retrasos significativos y el incumplimiento de diversas normativas.
OTRA CÉLEBRE CAÍDA
Curiosamente, esta calle tiene un trasfondo histórico: dos cuadras atrás del lugar donde cayó el obispo, está registrada otra caída que dejó su huella en la esquina de General Cepeda y Benito Juárez.
En 1910, el poeta Jacobo M. Aguirre sufrió una caída en el mismo tramo y expresó su descontento con el estado de la calle. En aquel entonces, criticó a Porfirio Díaz, presidente de México, y a Jesús de Valle, gobernador de Coahuila, con la frase: “Mientras sea presidente Díaz y gobernador De Valle, primero empiedran el cielo que esta maldita calle”. Esta declaración quedó inmortalizada en una placa que hoy se encuentra en la esquina, donde actualmente opera un Oxxo.
