Sufre familia inundación en su tejabán y se estropean sus pertenencias; piden apoyo de los saltillenses
Las lluvias de la tormenta tropical ‘Alberto’ hicieron estragos en la vivienda de José Jacinto y Juana Guadalupe, para quienes una lámina de metal y lonas de plástico no fueron suficiente techo en Saltillo.
La precipitación de la noche del pasado miércoles 19 de junio inundaron el tejaban ubicado en la colonia Lomas del Refugio, conocida como “Las Isabeles” donde vive la familia originaria de San Luis Potosí, que si bien tiene firmeza de cemento en el suelo tiene charcos por toda la vivienda.
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No solo muebles y paredes están mojadas, sino que José y Juana ahora también tienen empapados sus colchones, cobijas y ropa, tanto de ellos como de sus cuatro hijos.
José Jacinto contó que las lonas con las que cubrió su vivienda un día previo a las lluvias, no fueron útiles del todo, pues estaban “quemadas” por lo que de cualquier manera se filtró el agua.
VANGUARDIA constató que la tarde del miércoles, una unidad de Protección Civil y Bomberos de Saltillo realizó un recorrido sobre la calle Villas de San Carlos frente a los más de 36 viviendas ubicadas a orillas de un arroyo al sur de la ciudad.
De acuerdo a José, el personal municipal reiteró el riesgo de permanecer en la vivienda ante el aumento del cauce, mismo que no llegó hasta la vivienda de la familia potosina.
Agregó que también le fue ofrecida la posibilidad de trasladarse con su familia a un refugio temporal; sin embargo, teme que al dejar su vivienda le puedan robar sus pertenencias.
‘SÍ ME SIENTO PRESIONADA’
Desde que la discapacidad visual de José Jacinto se agravó el año pasado, Juana Guadalupe tuvo que ingresar a trabajar a la industria, aunque lo que gana no alcanza para mucho.
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“Sí me siento presionada porque tengo dos niños todavía que usan pañales, toman leche y sí me siento poco presionada porque, pues con lo que gano es nada más es para la comida o por los gastos de la escuela”.
“Los niños tienen ganas de galletas o cualquier cosita porque todas las semanas nos la pasamos comiendo sopa o frijoles, pero estamos muy agradecidos porque tenemos que comer”, contó Juana.
Agregó que se siente preocupada porque ve a su esposo “agüitado” por no poder trabajar, además de que el pasado jueves por la mañana tuvo que entrar a las 06:00 horas a trabajar a pesar de las fuertes lluvias. Sin embargo, no quiso faltar, pues el descuento de su salario afecta de manera importante su despensa.
En ese sentido, coincidieron en que agradecen la ayuda que puedan recibir de la ciudadanía, específicamente si se trata de alimentos o productos de despensa.
“La gente piensa que uno está aquí en la casa por gusto. Si por mí fuera yo me voy a trabajar, pero mi vista ya no me responde. Si la gente desea ayudarnos, que nos ayude con lo que gusten”, puntualizó Jacinto.