¡Y la que facture! Cachorra en situación de calle es contratada por proveedora automotriz en Derramadero, al sur de Saltillo

Con cuatro meses de edad, una cachorra criolla se convirtió en la encargada de seguridad en la Planta 1 de la empresa CVG Derramadero, proveedora de termoformado, costuras, asientos e inyección de plásticos para tractocamiones.

“La Capi” llegó en el mes de junio, desnutrida y desconfiada de las personas que se le acercaban. “Comenzamos a darle comida de lo que nosotros traíamos, son animales y a veces no sabe uno por lo que han pasado, y a lo mejor de su casa la corrieron”, dijo Evelio Pérez, oficial de seguridad, quien fue el primero contacto con la hembra canina.

En un principio se llamaba Generala, pero el rango pasó a Capitana para poderle llamar con más cariño, pues se trata de una cachorra.

Los trabajadores de la factoría creen que sufría maltrato, pues aunque es noble, también es desconfiada y se asusta cuando el contacto con una persona es inminente. La idea del encargado de seguridad, era llevársela a su casa donde ya hay dos perros, “yo la verdad sí me la hubiera llevado. La verdad sí, los animales no tiene la culpa. Una adopción siempre es buena”, dijo.

Para ese entonces, Capi ya se había ganado el corazón de muchos, pues Mara Domínguez, planeadora del área de Materiales, también estaba dispuesta a darle hogar con su familia. “El plan era llevármela a mi casa, y se empezó a hacer amiguita de todos”.

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Todos los días, los trabajadores llegaban a la planta y en la caseta de vigilancia dejaban croquetas y sobres para Capi. El departamento de Recursos Humanos vio que la cachorra tenía potencial para ser un elemento activo de seguridad y oficializaron su contratación con un gaffete.

“La idea de hacerle su gaffetsito fue para que ya fuera oficial, le toca su aguinaldo y su fondo de ahorro”, detalló Vianey Montoya, líder de comunicación y responsabilidad social a nivel México de CVG Derramadero.

A partir de su contratación, Capi es el empleado estrella, pues además de su gaffete tie fluorescente que la distingue, el departamento de Materiales le fabricó una casa que fue instalada cerca de la caseta de vigilancia.

Los trabajadores se han cooperado desde entonces y ya tiene platos para su agua y alimento. También le han llevado mantas para hacer cálida su casa y se ha organizado un croquetón dentro de la empresa para comprarle alimento sólido y húmedo.

Este fin de semana tiene cita en la veterinaria, será bañada, e iniciará con su esquema de vacunación. La esterilización también correrá a cargo de voluntarios de la empresa, entre ellos algunos gerentes de área.

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Capi es una cachorra, pero en las noches ya acompaña al personal de seguridad en los rondines, “y en el día que vienen proveedores y visitantes sí ladra, y nosotros tenemos que aquietarla”, refiere Evelio Pérez, guardia de seguridad de la empresa.

Vianey Montoya relató que en la zona industrial de Derramadero es común ver perros en situación de calle, incluso dio a conocer que había una hembra llamada Osa que llegó adulta a la zona y en una complicación de salud y vejez, sufría. Cuando el especialista les informó que se trataba de un tumor avanzado, el personal de CVG Derramadero cooperó para darle una muerte digna y despedirla.

Con una mayor conciencia y empatía por los animales, la empresa busca poner el ejemplo en esa zona industrial del Sur de Saltillo. “La idea es para que otras empresas se sumen a la adopción de un perrito. Estén seguros de que todos los colaboradores aportan. Les podemos cambiar la vida con un simple de gesto”, aseguró Vianey Montoya. “La idea es darle todos los cuidados que necesite, resguardo, amor y que se sienta protegida”.

La buena acción de este equipo de trabajadores ha dado su primer fruto, pues la adopción fue replicada en la empresa vecina Liberty Steel, donde se adoptó a una hembra pitbull que también colabora en el área de seguridad y vigilancia.