PSV anuncia caso de tuberculosis en su plantilla, ¿qué es y cómo se contagia?
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Las autoridades sanitarias han tomado medidas y no hay indicios de contagios adicionales; mientras tanto, el equipo sigue en la lucha por el título de la Eredivisie
El PSV Eindhoven informó este lunes que se ha detectado un caso de tuberculosis activa dentro del plantel. A través de un comunicado en sus redes sociales, el club confirmó que el jugador afectado se encuentra en tratamiento y bajo supervisión médica.
Fuentes cercanas señalaron que el futbolista en cuestión es el delantero Lucas Pérez. Sin embargo, el PSV no reveló su identidad oficialmente por razones de privacidad. De acuerdo con el comunicado, el jugador está en buenas condiciones dentro del contexto de su diagnóstico.
El Servicio de Salud Municipal de los Países Bajos (GGD, por sus siglas en neerlandés) fue notificado y trabaja en conjunto con el cuerpo médico del club y el neumólogo encargado del tratamiento. Se han implementado medidas para evitar la propagación y se ha iniciado una investigación de contactos cercanos.
El PSV aseguró que, hasta el momento, no hay indicios de que otras personas del entorno del jugador hayan contraído la enfermedad. La tuberculosis es una infección bacteriana que, en su fase activa, puede transmitirse por el aire, principalmente cuando una persona infectada tose o estornuda.
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El diagnóstico llega en un momento crucial para el equipo, que actualmente ocupa el segundo lugar de la Eredivisie con 58 puntos. El próximo domingo, el PSV recibirá al Ajax, líder con 64 unidades, en un partido que podría influir en la lucha por el título.
¿QUÉ ES LA TUBERCULOSIS Y CÓMO SE CONTAGIA?
La tuberculosis es causada por una bacteria que se transmite a través de gotas microscópicas expulsadas al toser, hablar o estornudar. Aunque es una enfermedad infecciosa, el contagio suele ocurrir con mayor facilidad entre personas que conviven en espacios cerrados durante períodos prolongados.
Los síntomas de la tuberculosis incluyen tos persistente, fiebre, sudoración nocturna, fatiga, pérdida de peso, falta de apetito y, en casos avanzados, dificultad para respirar y dolor en el pecho. Con tratamiento adecuado, una persona con tuberculosis activa deja de ser contagiosa después de al menos dos semanas de medicación.
El club continuará monitoreando la situación y seguirá las recomendaciones de las autoridades sanitarias para garantizar la seguridad de su plantilla y del personal involucrado en las próximas actividades deportivas.
Con información de ESPN
