20 de noviembre: ¿Cómo impactó la Revolución Mexicana el desarrollo del futbol profesional?
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Mientras que el beisbol, el boxeo y hasta la lucha libre ya eran populares en los 1900, el balompié nacional comenzaba a conformarse con una liga amateur
Este 20 de noviembre se conmemora un aniversario más del inicio de la Revolución Mexicana, un conflicto que marcó profundamente la historia del país en todos sus aspectos, incluyendo el deporte. Durante casi una década, la lucha armada paralizó numerosas actividades y retrasó el desarrollo de disciplinas como el futbol, que en aquellos años apenas comenzaba a establecerse en territorio mexicano.
Aunque deportes como el beisbol, el boxeo y la lucha libre ya gozaban de cierta popularidad, el futbol, aún en su etapa amateur, fue particularmente afectado. Según el historiador deportivo Carlos Calderón, la Liga Amateur del Distrito Federal era la principal competencia de futbol en México al estallar la revolución. Sin embargo, para ese momento solo tres clubes permanecían activos: Reforma Athletic Club, Pachuca Athletic Club y el British Club.
En Guadalajara, el Club Guadalajara, fundado en 1906, ya se había transformado en un equipo conformado únicamente por mexicanos para 1908. Sin embargo, en la región no existía una liga estructurada como la del Distrito Federal. El estallido del conflicto armado tras el asesinato de Francisco I. Madero agravó la situación para los equipos, quienes enfrentaron dificultades como la imposibilidad de trasladarse y, en algunos casos, la pérdida de jugadores debido a la violencia.
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El futbol mexicano de esa época contaba con una fuerte influencia extranjera. Escoceses e ingleses que trabajaban en las minas de Pachuca, Real del Monte, Real de Catorce y Taxco, formaban parte de los clubes. La Revolución afectó estas comunidades, debilitando aún más al futbol nacional.
Fue hasta los años posteriores al conflicto cuando surgieron equipos como Atlante y Necaxa, que dieron protagonismo a los jugadores mexicanos en un deporte que comenzaría su transición hacia el profesionalismo. Con la unión de ligas regionales y la formación de una liga nacional, equipos como Chivas, Atlas y León pudieron competir contra los clubes de la capital, consolidando así las bases del futbol profesional en México.
La Revolución Mexicana no solo transformó la política y sociedad del país, sino que también dejó una huella importante en el desarrollo de su deporte, especialmente en el futbol, que se recuperaría lentamente para convertirse en uno de los más populares y arraigados en la cultura nacional.
Con información de La Prensa