Mantiene fortaleza ‘superpeso’, pese a ‘sustos’
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Tras la reducción de los temores por la crisis en algunos bancos de EU, la divisa nacional recupera su tendencia positiva
Salvo la reciente crisis en algunos bancos de Estados Unidos que ante la falta de liquidez terminaron en la quiebra, el peso mexicano mantiene su fortaleza ante embates internos y externos y es posible que continúe con la etiqueta de “superpeso”.
Tras conocerse ayer el acuerdo de compra del Silicon Valey Bank por parte del First Citizens el peso mexicano se colocó como la cuarta divisa de países emergentes más apreciada en la jornada, después de que se observó una menor aversión al riesgo dentro de los mercados bursátiles.
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De acuerdo con datos del Banco de México, la moneda nacional se apreció 0.53%, o 9.87 centavos, por lo que el tipo de cambio se ubicó en las 18.35 unidades.
A lo largo de la sesión, el peso tocó un nivel máximo de 18.46 y un mínimo de 18.32 unidades por dólar.
En tanto, en ventanillas bancarias, el dólar al menudeo se cotizó en 18.85 pesos cada uno, según datos de Citibanamex.
TODO DEPENDE DE EU
Antes de que surgieran los problemas bancarios, la que había sido la moneda más castigada del mundo al inicio de la pandemia se vio impulsada por un banco central agresivo, inversiones en el sector manufacturero en medio del reequilibrio de la cadena de suministro mundial y una política fiscal sorprendentemente austera. Ahora, a pesar de estos aspectos positivos, los alcistas del peso ven que las perspectivas dependen de lo que ocurra al norte de la frontera.
Los riesgos que acechan a la economía estadounidense, en forma de problemas bancarios, se vislumbran repentinamente, poniendo de relieve la importancia fundamental del consumidor estadounidense para las perspectivas de muchos mercados emergentes.
FACTORES A FAVOR
Una fuente de apoyo para el peso ha sido el Banco de México (Banxico), que empezó a subir las tasas de interés en 2021 —nueve meses antes que la Reserva Federal— y las elevó mucho más, del 4 al 11 por ciento. Se espera que realice otro aumento de un cuarto de punto en la reunión de política del jueves, lo que mantendría el diferencial de la tasa de referencia de México sobre la de la Fed en un récord de 625 puntos básicos tras el alza del banco central estadounidense la semana pasada.
Además, un número creciente de empresas están trasladando su producción a México para estar más cerca del mercado estadounidense, tras las interrupciones generalizadas de la cadena de suministro mundial en los últimos años. Tesla anunció recientemente que invertiría en una nueva planta que las autoridades mexicanas calculan que costará miles de millones.
Esa tendencia puede contribuir a apuntalar un cambio estructural en la relación del peso con la moneda china, revirtiendo una caída de 20 años frente al yuan. A corto plazo, la moneda mexicana también depende en parte de la fortaleza de sus exportaciones, que se resentirían en caso de una recesión económica en Estados Unidos. Las remesas y el turismo también se verían afectados.
Por lo pronto, el peso probablemente seguirá beneficiándose cuando los inversionistas globales estén de humor para el riesgo, y sufrirá cuando no lo estén. Por ahora, eso puede estar en gran medida fuera del alcance de México, hasta que los reguladores estadounidenses y europeos puedan calmar las preocupaciones sobre el estado de los bancos en sus jurisdicciones.
Con información de medios