¿Cuál es la verdadera historia del origen de los Chiles en Nogada?
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Su historia, sabores únicos y fuerte vínculo con las Fiestas Patrias lo han convertido en un icono culinario, manteniéndose vigente y altamente valorado a lo largo de los siglos
En el corazón de México, donde la historia se entrelaza con la riqueza de su cocina, nació uno de los platillos más icónicos del país: los chiles en nogada. Esta creación culinaria, con su sabor inconfundible y sus colores patrióticos, ha perdurado a lo largo de los siglos, conquistando paladares dentro y fuera de México. Su historia, llena de leyenda y tradición, es tan fascinante como el platillo en sí.
El origen de los chiles en nogada se remonta a un momento clave en la historia de México: el periodo de la independencia, específicamente en 1821, de acuerdo a National Geographic, cuando el país luchaba por consolidar su libertad tras años de conflicto. De acuerdo con una de las versiones más populares, este emblemático platillo fue creado por las monjas agustinas del Convento de Santa Mónica en la ciudad de Puebla. Estas religiosas habrían preparado los chiles en nogada en honor a Agustín de Iturbide, líder insurgente que regresaba triunfante a la ciudad tras haber firmado el Tratado de Córdoba, un documento clave en la consumación de la independencia mexicana.
La creación de los chiles en nogada se produjo en un contexto muy especial. El regreso de Iturbide a Puebla coincidió con la festividad de Santa Mónica, patrona del convento donde se elaboró el platillo. Las monjas querían preparar una comida digna de la ocasión y que, al mismo tiempo, reflejara el espíritu del Ejército Trigarante, del cual Iturbide era uno de los líderes. Por ello, los ingredientes principales del plato —el chile poblano, la granada y la nogada, una salsa de nuez— fueron seleccionados para representar los colores de la bandera trigarante: verde, blanco y rojo.
En el corazón de México, donde la historia se entrelaza con la riqueza de su cocina, nació uno de los platillos más icónicos del país: los chiles en nogada. Esta creación culinaria, con su sabor inconfundible y sus colores patrióticos, ha perdurado a lo largo de los siglos, conquistando paladares dentro y fuera de México. Su historia, llena de leyenda y tradición, es tan fascinante como el platillo en sí.
El origen de los chiles en nogada se remonta a un momento clave en la historia de México: el periodo de la independencia, específicamente en 1821, de acuerdo a National Geographic, cuando el país luchaba por consolidar su libertad tras años de conflicto. De acuerdo con una de las versiones más populares, este emblemático platillo fue creado por las monjas agustinas del Convento de Santa Mónica en la ciudad de Puebla. Estas religiosas habrían preparado los chiles en nogada en honor a Agustín de Iturbide, líder insurgente que regresaba triunfante a la ciudad tras haber firmado el Tratado de Córdoba, un documento clave en la consumación de la independencia mexicana.
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La creación de los chiles en nogada se produjo en un contexto muy especial. El regreso de Iturbide a Puebla coincidió con la festividad de Santa Mónica, patrona del convento donde se elaboró el platillo. Las monjas querían preparar una comida digna de la ocasión y que, al mismo tiempo, reflejara el espíritu del Ejército Trigarante, del cual Iturbide era uno de los líderes. Por ello, los ingredientes principales del plato —el chile poblano, la granada y la nogada, una salsa de nuez— fueron seleccionados para representar los colores de la bandera trigarante: verde, blanco y rojo.
EXISTE OTRA LEYENDA SOBRE EL ORIGEN DEL CHILE EN NOGADA QUE DATA DE 1974
Otra versión de la historia señala que los chiles en nogada no fueron una invención de 1821, sino que la receta ya existía desde al menos 1714. Según esta versión, el platillo con su característica salsa de nuez de Castilla ya formaba parte de la gastronomía poblana, y lo que ocurrió en la noche de la celebración de Iturbide fue que las monjas añadieron la decoración patriótica, utilizando granada y cilantro para representar los colores de la independencia.
CÓMO SE ELABORAN LOS CHILES EN NOGADA DE MANERA TRADICIONAL
Los chiles en nogada son mucho más que un platillo estéticamente llamativo. Su elaboración requiere paciencia y precisión, ya que se compone de varios elementos que, al combinarse, ofrecen una explosión de sabores y texturas.
El plato comienza con chiles poblanos, que se asan y se pelan, para luego ser rellenos de un picadillo a base de carne de res y cerdo, sazonado con frutas como plátano macho, pera, manzana, durazno, y una mezcla de pasas, almendras, y especias que realzan el sabor. Este relleno crea un equilibrio entre lo dulce y lo salado.
La salsa de nogada, una de las características más distintivas del platillo, se elabora con nuez de Castilla, que se mezcla con queso fresco, crema y especias. La textura suave y cremosa de la nogada complementa perfectamente el sabor del chile relleno. Finalmente, el plato se adorna con granos de granada y hojas de cilantro, lo que no solo aporta un contraste de sabores, sino también un simbolismo visual, evocando los colores de la bandera mexicana.
A lo largo de los años, ha surgido un debate entre los puristas de la gastronomía poblana sobre si los chiles en nogada deben servirse capeado (cubiertos con una ligera capa de huevo batido y fritos) o sin capear. Ambas versiones tienen sus defensores, y la elección suele depender del gusto personal y de las tradiciones familiares. Sin embargo, independientemente de cómo se sirvan, los chiles en nogada son un verdadero símbolo de la identidad culinaria mexicana.
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CHILES EN NOGADA: UN PLATILLO DE TEMPORADA DEBIDO A SUS INGREDIENTES
A pesar de su popularidad, los chiles en nogada son considerados un platillo de temporada, ya que se preparan tradicionalmente durante los meses de julio, agosto y septiembre, coincidiendo con la cosecha de los ingredientes clave: la nuez de Castilla y la granada. Esta limitación estacional ha contribuido a que los chiles en nogada se asocien no solo con la independencia de México, sino también con la época de las Fiestas Patrias.
La nuez de Castilla, que otorga el sabor característico a la nogada, requiere un proceso de cosecha y pelado laborioso. Durante estos meses, se puede encontrar fresca, lo que permite que la salsa tenga una textura suave y un sabor más auténtico. De igual manera, la granada, cuya cosecha también ocurre en esta época, se utiliza para dar el toque final al platillo.
IMPACTO ECONÓMICO Y CULTURAL
La producción de los ingredientes principales para los chiles en nogada tiene un impacto significativo en la economía local de Puebla y otras regiones del país. En 2018, la producción de chile poblano en México superó las 381 mil toneladas, mientras que la producción de carne de res, utilizada en el relleno, alcanzó más de un millón 980 mil toneladas toneladas. Por su parte, la cosecha de granada, otro ingrediente esencial, superó las 8 mil toneladas.
El auge de los chiles en nogada no solo ha impulsado la agricultura, sino también la industria restaurantera en México, especialmente en Puebla. Durante la temporada, restaurantes de todo el país se especializan en ofrecer este platillo a turistas y locales, quienes esperan con ansias la oportunidad de disfrutarlo.
Los chiles en nogada son más que un platillo tradicional mexicano; son un reflejo de la rica historia, cultura y gastronomía de México. Con raíces que se entrelazan con la independencia del país, esta obra maestra culinaria ha mantenido su vigencia a lo largo de los siglos, conquistando el paladar de generaciones.