De qué está hecha la gelatina y por qué es buena para huesos y digestión
La gelatina se elabora a partir de colágeno y favorece la salud ósea y digestiva. Conoce sus propiedades y por qué incluirla en tu dieta
La gelatina es un alimento muy popular por su textura suave, su sabor dulce y su bajo contenido calórico. Sin embargo, pocos saben de qué está hecha realmente. Este producto se obtiene principalmente del colágeno, una proteína presente en la piel, huesos y tejidos conectivos de animales como el cerdo o la res.
Durante su proceso de elaboración, estos tejidos se hierven para extraer el colágeno, que al enfriarse se transforma en una sustancia con capacidad para solidificarse en contacto con el agua. Gracias a esa propiedad, la gelatina se utiliza tanto en la industria alimentaria como en la farmacéutica y cosmética.
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Además, la gelatina no solo es deliciosa, sino que también contiene aminoácidos esenciales como la glicina y la prolina, los cuales participan en la regeneración de tejidos, el fortalecimiento del cabello y el cuidado de la piel.
BENEFICIOS DE LA GELATINA PARA LOS HUESOS Y ARTICULACIONES
Uno de los principales beneficios de la gelatina está en su capacidad para fortalecer los huesos y las articulaciones. Al provenir del colágeno, su consumo regular contribuye a mantener la flexibilidad y firmeza de los tejidos que rodean las articulaciones, ayudando a prevenir molestias o desgaste con el paso de los años.
El colágeno es esencial para conservar la estructura de los cartílagos, tendones y ligamentos. Por eso, incluir gelatina en la dieta puede resultar útil para personas con problemas articulares o para quienes realizan actividad física intensa.
Varios estudios sugieren que la ingesta de colágeno o gelatina puede estimular la producción natural de colágeno en el cuerpo, lo que favorece la densidad ósea y la movilidad. Esto convierte a la gelatina en una alternativa saludable y natural para el cuidado del sistema musculoesquelético.
CÓMO LA GELATINA MEJORA LA DIGESTIÓN
Además de sus beneficios para los huesos, la gelatina también tiene efectos positivos sobre la digestión y el intestino. Gracias a la glicina, uno de sus principales aminoácidos, ayuda a proteger la mucosa intestinal y a mejorar la absorción de nutrientes.
Este alimento puede contribuir a regular la acidez estomacal, aliviar molestias digestivas y favorecer la regeneración del revestimiento intestinal. Por eso, se recomienda en dietas suaves o en personas con problemas de gastritis o colon irritable.
Otro de sus efectos más conocidos es que mejora la hidratación y la retención de líquidos en el organismo, lo cual facilita el tránsito intestinal y promueve una digestión más eficiente.
VARIEDADES Y FORMAS DE CONSUMO DE LA GELATINA
La gelatina se encuentra disponible en múltiples presentaciones, desde los clásicos postres de sabores frutales hasta su versión sin azúcar, ideal para quienes buscan cuidar su peso. También se utiliza como base para gomitas, malvaviscos, yogures y cápsulas farmacéuticas.
En el ámbito nutricional, muchas personas optan por consumirla en polvo sin sabor para agregar a bebidas, caldos o licuados, aprovechando sus beneficios sin alterar el sabor de los alimentos. Su bajo contenido calórico la convierte en una excelente opción para dietas balanceadas.
A diferencia de otros postres, la gelatina no contiene grasa ni colesterol, por lo que es ideal para mantener una alimentación ligera y saludable, al mismo tiempo que ofrece placer y textura en cada porción.
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Datos curiosos:
• El término “gelatina” proviene del latín gelatus, que significa “congelado” o “frío”.
• Una porción de gelatina aporta alrededor de 2 gramos de proteína.
• Fue utilizada en banquetes reales europeos desde el siglo XVII por su apariencia elegante.