136 países pactan impuesto mínimo global del 15% a transnacionales, van contra paraísos fiscales
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El acuerdo fue conseguido el pasado viernes entre 136 países luego de negociaciones supervisadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)
Más de 130 países anunciaron un acuerdo para aplicar cambios radicales a la forma en que son gravadas las ganancias corporativas de las grandes transnacionales. El objetivo es prevenir que las empresas coloquen sus ganancias en países conocidos como paraísos fiscales, donde los impuestos son muy bajos o inexistentes.
El acuerdo fue conseguido el pasado viernes entre 136 países luego de negociaciones supervisadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Actualizaría un siglo de reglas fiscales internacionales para responder a los cambios traídos por la globalización y la digitalización.
El punto más importante es un impuesto global mínimo de 15%, una iniciativa clave promovida por el presidente estadounidense Joe Biden y la secretaria del Tesoro Janet Yellen.
Yellen dijo que el impuesto mínimo pondrá fin a décadas de una “carrera hacia el fondo” en la que las tasas de impuestos corporativos han caído a medida en que los paraísos fiscales buscaban atraer a corporaciones que busquen sacar provecho de las tasas bajas a pesar de que hacen pocos negocios en esas localidades.
Según el acuerdo, en la economía actual las multinacionales ganan cada vez más ingresos de cosas intangibles, como marcas registradas y propiedad intelectual. Esos intangibles son fáciles de mover y las compañías globales pueden asignar las ganancias que ellos generan a una subsidiaria en un país con tasas de impuestos muy bajas.
La idea básica es simple: los países legislarán una tasa de impuesto global mínimo de al menos 15%. Entonces, si las compañías tienen ganancias no gravadas o apenas gravadas en uno de los paraísos fiscales, su país base impondría un impuesto compensatorio que elevaría la tasa a 15%.
Eso haría inútil para una compañía usar los paraísos fiscales, toda vez que el impuesto evadido allí sería cobrado en su país. Por esa misma razón, eso significa que la tasa mínima entraría en vigor aún si los paraísos fiscales individuales no participan.
El acuerdo será llevado ante el Grupo de los 20, donde su aprobación es muy probable, teniendo en cuenta que esos 20 miembros lo firmaron el pasado viernes. La implementación entonces pasa a las naciones individuales.
El impuesto sobre las ganancias donde las compañías no tienen presencia física requeriría que los países firmaran un acuerdo intergubernamental para 2022, con implementación en 2023. El mínimo global sería aplicable por los países individuales usando reglas desarrolladas por la OCDE. Si Estados Unidos y los países europeos donde están la mayoría de las multinacionales legislan esos mínimos, eso tendría mucho del efecto deseado.
El plan también permitiría que los países gravaran parte de los ingresos de las 100 compañías más grandes cuando hacen negocios en lugares en los que no tienen presencia física. Eso puede ser a través de ventas minoristas o publicidad en internet. El impuesto sería aplicable solamente a una porción de las ganancias sobre un margen de ganancias de 10%.
A cambio, otros países abolirían sus impuestos unilaterales sobre servicios digitales a gigantes estadounidenses como Google, Facebook y Amazon. Eso evitaría conflictos comerciales con Washington, que argumenta que esos impuestos se centran injustamente en compañías estadounidenses y ha amenazado con aplicar nuevos aranceles.
Algunos países en desarrollo y grupos de ayuda y activismo como Oxfam y Tax Justice Netwok, basado en Gran Bretaña, dicen que la tasa de 15% es muy baja y que deja sin tocar demasiados ingresos tributarios potenciales. Y aunque el mínimo global captaría unos 150 mil millones de dólares en ingresos nuevos para los gobiernos, la mayoría de ello iría a parar a países ricos porque es ahí donde la mayoría de las multinacionales tienen sus bases.