Acusa Loret de Mola a ‘Andy’ López Beltrán de ser el ‘símbolo de la corrupción y el nepotismo’ del gobierno de AMLO

CDMX.- Para Carlos Loret de Mola, Andrés Manuel López Beltrán representa la “corrupción y el nepotismo” de la administración de su padre, el aún presidente Andrés Manuel López Obrador.

En sus “Historias de Reportero”, el periodista reitera hoy, como ya lo había advertido desde octubre de 2022, que “Andy” buscará la presidencia en el 2030.

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“Andy se volvió una suerte de símbolo de la corrupción y el nepotismo en el gobierno de su papá. Un ícono del ejercicio monárquico del poder y del tráfico de influencias. Y siempre fue el proyecto secreto del papá para ocupar la presidencia de México en el 2030”, detalla en su artículo de hoy.

Para tal fin, añade quien es uno de los periodistas más críticos del gobierno de la llamada “cuarta transformación”, López Obrador “acomodó todas las piezas para alinearle la carrera política” a su hijo.

Este domingo se concretó en la Asamblea Nacional de Morena lo que días antes ya se había adelantado, el nombramiento de López Beltrán como secretario de Organización del partido, desde donde palomeará “candidaturas, la estrategia política y el control del padrón de militantes”.

De acuerdo con Loret de Mola, la tarea no es nueva para Andy, pues afirma que desde hace años es el operador político de López Obrador, e incluso colocó a sus piezas dentro del gabinete de su papá.

López Beltrán, refiere “fue su emisario con empresarios del más alto nivel, con políticos poderosos y hasta con representantes de gobiernos extranjeros. Colocó a sus piezas en el gabinete: Dagnino en el SAT, De Botton en Hacienda, Alipi en el IMSS”.

Pero no sólo eso, el segundo hijo del mandatario también, añade el periodista, “hizo muchos negocios a través de sus amigos de toda la vida, como el tabasqueño Amílcar Olán. En el Tren Maya, en Dos Bocas, en el Corredor Interoceánico (Transístmico), en el negocio de las medicinas”.

Ha sido precisamente Loret de Mola quien ha revelado el tráfico de influencia en varios de los negocios de los cercanos a Andy, entre ellos los de su amigo Amílcar Olán Aparicio. Y por cuyos señalamientos se ha ganado varias menciones en la conferencia mañanera.

BUSCÓ AMLO DESESTIMAR LAS EVIDENCIA SOBRE LA PRESUNTA CORRUPCIÓN DE ANDY

Carlos Loret de Mola recuerda que cuando aparecieron las grabaciones donde Amílcar Olán exhibía la corrupción de López Beltrán, el mandatario reaccionó con “furia incontenible” e incluso el ataque se volvió personal.

En junio pasado, después de las elecciones donde arrasó Morena, el periodista anunció una pausa en Latinus sin dar detalles sobre los motivos. Posteriormente se dio a conocer que presuntamente él, su esposa, así como Víctor Trujillo, “Brozo” −su compañero en el noticiero− y el medio de comunicación estaban siendo investigados por la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda. Aunque después se confirmó que sólo indagaban a Latinus.

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Hoy el periodista atribuye la reacción de López Obrador al proyecto de convertir en Presidente a su hijo, “por eso su furia incontenible cuando aparecieron las grabaciones que lo exhibían haciendo negocios desde el poder, por eso el ataque personal contra quienes lo revelamos, por eso la investigación de la UIF contra nosotros, por eso el deseo de desaparecer Latinus”.

Porque, añade “qué mejor respuesta para desestimar los cuestionamientos sobre la corrupción de Andy que si el medio que los reveló ya no existiera. Todo ha formado parte del mismo manual: Andy 2030”.

Incluso recuerda que cuando en el 2022 reveló los planes de López Obrador para Andy, el mandatario lo llamó mentiroso e incluso le pidió pruebas sobre sus dichos.

“El Presidente me insultó dos mañaneras después: dijo que yo era un mentiroso, exigió que presentara pruebas. Mi respuesta fue bastante corta: el tiempo dirá quién miente”, refiere.

Hoy Andy López Beltrán está a una semana de asumir el control en Morena desde la Secretaría de Organización y, de acuerdo con varios articulistas, además de Loret de Mola, en camino para la sucesión 2030, aun cuando Claudia Sheinbaum no ha tomado protesta.