Alerta máxima por ‘Francine’... huracán tomó fuerza en el Golfo de México y amenaza al sur de los Estados Unidos

El huracán Francine avanzó hacia la costa de Luisiana este miércoles, mientras los residentes se apresuraban bajo la lluvia matutina para abastecerse de provisiones en negocios cerrados.

La tormenta, que ha sido alimentada por las cálidas aguas del Golfo de México, se espera que toque tierra en las próximas horas, generando marejadas ciclónicas peligrosas, inundaciones y vientos destructivos en la región.

En Morgan City, Luisiana, las gasolineras ya habían asegurado sus instalaciones, mientras los últimos vehículos llenaban sus tanques. Pat Simon, un capitán de barco retirado de 75 años, y su esposa Ruth, empaquetaron sus pertenencias en bolsas de basura y evacuaron su hogar cerca del río Atchafalaya. “No creo que sea tan malo como otros, como Ida y Katrina”, comentó Pat, recordando huracanes previos.

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Preparativos intensificados en Luisiana y Mississippi

El Centro Nacional de Huracanes (NHC) advirtió que Francine, que se convirtió en huracán de categoría 1 el martes por la noche, podría intensificarse a categoría 2 antes de tocar tierra. El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, instó a los residentes a cerrar todas las ventanas y realizar los últimos preparativos antes de que se cierren las 24 horas críticas. Además, la Guardia Nacional de Luisiana se ha desplegado con recursos como alimentos, vehículos, barcos y helicópteros, listos para responder a cualquier emergencia.

Tanto Landry como el gobernador de Mississippi, Tate Reeves, declararon el estado de emergencia, movilizando rápidamente recursos para enfrentar la tormenta. En Mississippi, la Agencia de Gestión de Emergencias distribuyó más de 100,000 sacos de arena y varios distritos escolares han cerrado por precaución.

Impacto inminente en Nueva Orleans y la costa del Golfo

Francine se ubicaba este miércoles a 314 kilómetros al suroeste de Morgan City, moviéndose a 19 km/h con vientos sostenidos de 150 km/h. El NHC ha emitido advertencias de huracán para la costa de Luisiana y alertas de marejadas ciclónicas desde Mississippi hasta Florida. Se esperan hasta 30 centímetros de lluvia en algunas áreas, lo que aumenta el riesgo de inundaciones repentinas y urbanas.

Los residentes de Nueva Orleans no se han quedado atrás en sus preparativos. Erika Mann, directora de una YMCA local, señaló que ya habían distribuido 1,000 sacos de arena el martes, y muchos más seguían en demanda por personas que buscaban proteger sus hogares. Entre ellos, Wayne Grant, de 33 años, quien enfrentaba su primer huracán desde que se mudó a la ciudad. “No vamos a correr riesgos”, afirmó Grant, quien ya había experimentado inundaciones en una tormenta anterior.

Una región aún golpeada por desastres anteriores

Francine amenaza una región que aún no se ha recuperado por completo de huracanes anteriores, como Laura, Delta e Ida. En Dulac, Coy Verdin, quien reconstruyó su casa tras los daños sufridos por Ida, se preparaba para enfrentar una nueva tormenta. “Todo el tiempo que pueda, aquí me quedo”, aseguró, aunque reconoce las dificultades crecientes.

La marejada ciclónica de Francine podría alcanzar hasta 3 metros en algunas áreas, desde Cameron hasta Port Fourchon. Los meteorólogos prevén que la tormenta toque tierra entre Sabine Pass y Morgan City, poniendo en peligro a comunidades que aún luchan por recuperarse de los estragos anteriores.