Ante presiones del Gobierno español vicepresidente catalán pide unidad

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/ 14 octubre 2017

El vicepresidente regional de Cataluña, Oriol Junqueras, dijo que los separatistas necesitan dejar de discutir entre ellos y apoyar el último intento del presidente catalán para negociar con el gobierno central español.

Debemos mantener la unidad necesaria para recorrer todo el camino en esta senda hacia una república"...

Uno de los principales líderes independentistas en Cataluña pidió unidad el sábado, mientras las disputas sobre la estrategia a seguir amenazaban con dividir a los secesionistas que buscan escindir a esa región del noreste del resto de España.

El vicepresidente regional de Cataluña, Oriol Junqueras, dijo que los separatistas necesitan dejar de discutir entre ellos y apoyar el último intento del presidente catalán para negociar con el gobierno central español.

"Debemos mantener la unidad necesaria para recorrer todo el camino en esta senda hacia una república", dijo Junqueras, también líder del partido Esquerra Republicana de Catalunya.

Han aparecido fisuras entre los independentistas desde que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, anunció el martes la suspensión de una declaración directa de independencia durante "unas semanas" para buscar posibles negociaciones con el gobierno central en Madrid.

Esa decisión decepcionó a muchos separatistas, que quieren que la próspera comunidad autónoma, con 7.5 millones de habitantes, se separe de España.

El partido de ultraizquierda CUP, socio de la coalición que gobierna en Cataluña, y un grupo independentista de bases la Asamblea Nacional Catalana han pedido a Puigdemont que no espere más.

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Junqueras pronunció su mensaje a 200 miembros de su partido en su sede en Barcelona. El partido forma parte de una coalición de gobierno con los conservadores de Puigdemont en el Parlamento regional de Cataluña y su lealtad es crítica para el impulso secesionista.

Junqueras dijo que la mejor manera de avanzar era que los secesionistas mostraran al mundo quiénes son los que quieren ofrecer diálogo y quiénes lo rechazan.

El gobierno conservador de España, encabezado por el presidente de gobierno Mariano Rajoy, también está presionando a Puigdemont. Le dio el lunes como plazo para que aclare su posición sobre la independencia, así como un ultimátum para que se ajuste a las leyes españolas antes del 19 de octubre o se enfrente a la pérdida de algunos o todos los poderes autónomos de la región.

Además de estar flanqueado políticamente, Puigdemont se enfrenta a un éxodo de bancos y empresas que han estado trasladando sus sedes de Cataluña a otras partes de España por temor de que, en caso de secesión, se queden fuera del mercado común de la Unión Europea.

El gobierno español también ha advertido que la crisis constitucional en Cataluña ya está perjudicando a la economía.

Puigdemont afirmó que tiene un mandato para la secesión después de que el voto por el "Sí" a la independencia ganó un referéndum el 1 de octubre. Esa consulta fue suspendida por la Corte Suprema de España tras considerar que fue inconstitucional. Solo el 43% de los votantes elegibles emitieron su voto en medio de una fuerte represión de la policía española. Los partidos en contra de la secesión boicotearon el referéndum.

La Unión Europea apoya una España unida y ningún gobierno extranjero apoya a los separatistas catalanes.

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