Argentina sufre histórica ola de calor que vuelve a generar apagones masivos
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Para este viernes la máxima temperatura alcanzaría los 42 grados, que de superarse podría romper el récord de 43,3 registrado en Buenos Aires en 1957, secundado por los 41,1 alcanzados el martes.
Buenos Aires, 13 ene (EFE).- Argentina afronta una fuerte ola de calor que, como cada verano, se traduce en un incremento sustancial de consumo eléctrico, con el consecuente riesgo de cortes masivos en el suministro, principalmente en Buenos Aires y su populoso cinturón urbano, como los que se vienen produciendo esta semana.
Tras superarse el pasado martes los 40 grados en el centro del país, día en que miles de personas se quedaron a oscuras en la capital y sus alrededores, y por las previsiones de nuevos máximos entre este jueves y el viernes, el Gobierno argentino dispuso que los empleados públicos trabajen desde casa ambos días para ahorrar energía.
El secretario de Energía, Darío Martínez, justificó la medida por la demanda “récord” de energía, “producida por el crecimiento sostenido de la Economía, combinado con la ola de calor histórica”, según expresaba en Twitter.
El funcionario también pidió a la población ahorrar energía “en la medida de sus posibilidades” y “un mayor esfuerzo al sector empresarial, para priorizar el consumo de los hogares”.
Aunque este jueves se registraron pocas zonas con cortes de luz, en las próximas horas se espera alcanzar un consumo similar o superior al del martes, cuando una falla en el sistema energético provocó la afectación de cerca de 700.000 usuarios, según informó el Ente Nacional Regulador de la Electricidad.
SITUACIÓN EN LOS BARRIOS
En Villa Crespo, uno de los barrios capitalinos perjudicados por los cortes de luz, abundaban este miércoles frente a los locales los generadores por combustión, que solo permiten mantener en funcionamiento electrodomésticos básicos como las heladeras.
Juan, dueño de una fiambrería y casa de comidas que abrió apenas hace dos meses, perdió “un montón de mercadería” y dos jornadas de trabajo tras doce horas sin luz.
“Congelados, tortillas, empanadas, ensaladas de fruta, tuve que tirar todo y es un costo”, cuenta a EFE con indignación el comerciante, que piensa reclamar la pérdida a la empresa de electricidad.
“Hoy no se puede perder un día de laburo, como está toda la situación no da para eso”, añade.
A unos 50 metros, Horacio, un ciudadano armenio que tiene una casa de comidas árabes, estuvo 18 horas sin suministro eléctrico y pudo “salvar” la mercadería gracias a la solidaridad de sus vecinos.
“Algunos vinieron y se llevaron mi mercadería a su casa con luz y algo llevó mi mujer a la casa de mi hija”, comenta con resignación.
“Lógico en verano puede pasar, pero no debe pasar. Una hora, dos horas no pasa nada, pero 18 horas ya...”, dice Horacio.
Los comercios de alimentos no fueron los únicos perjudicados. Cerca de allí, Neldo Command tuvo su taller mecánico parado por más de 12 horas.
“Tenemos un generador pero solamente alcanza para la vivienda, no para el taller”, manifiesta.
EXPECTATIVAS
Para este viernes la máxima temperatura alcanzaría los 42 grados, que de superarse podría romper el récord de 43,3 registrado en Buenos Aires en 1957, secundado por los 41,1 alcanzados el martes.
Con las temperaturas pronosticadas por el Servicio Meteorológico Nacional para el centro del país, al menos hasta el domingo, la expectativa de ahorro en los hogares difícilmente pueda cumplirse.
Mientras tanto, quienes pueden buscan un respiro en los parques y plazas.