Contra la pared, cocinas económicas de Saltillo por carestía de la canasta básica

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/ 3 agosto 2020

Obliga crisis a despedir personal, en el mejor de los casos; otras están a un paso del cierre

La crisis por el COVID-19 durante las últimas semanas ha generado un alza en los productos de la canasta básica, impactando además de a la economía de los hogares, a la de algunas Pymes, principalmente a las cocinas económicas de Saltillo.

Una de las grandes problemáticas que conflictúa a los empresarios del ramo alimentario, es que al subir los costos en sus platillos y productos pierden competitividad en el mercado, que luego de la pandemia hizo surgir a una cantidad de emprendedores informales que atraen a un nuevo mercado a través de redes sociales con servicio para llevar.

Maria Ibarra, propietaria de Comidas La Salle, empieza a considerar una estrategia que le permita reducir sueldos de sus empleados para no prescindir de ellos, pues en el último mes los costos de producción crecieron hasta un 25 por ciento y las ventas diarias cayeron a un 60 por ciento de la venta habitual.

“En determinado momento vamos a tener que subir los precios, pero por lo pronto los vamos a mantener porque la gente ya está acostumbrada. Además, de ello la situación se complica porque estuvimos cerrados durante un mes y tuvimos que estarle pagando a nuestro personal”, apuntó.

Asegura que una vez que retomaron actividades, el plan para atraer nuevas ventas incluyó el servicio a domicilio, mismo que ha mostrado mejor aceptación entre el público de la tercera edad que a diario acudía por sus platillos a este establecimiento, sin embargo, las ventas no se han recuperado, por lo que el pronóstico no es alentador.

EN PELIGRO DE CIERRE

El mismo panorama comparte el empresario Roberto García Ramos, propietario de La Salvación y tres restaurantes más en la ciudad, de los cuales dos están en riesgo por las bajas ventas que se registran.

A decir de García Ramos, a principios de año su plantilla laboral estaba conformada por 120 trabajadores; durante la pandemia se redujo a 80 empleados, pues luego de cerrar 2 de sus establecimientos durante 2 meses no pudo recontratar en su totalidad al personal que ahí laboraba.

Sostiene que aunado a ello, el incremento en los precios de la carne, el arroz y el huevo, tres de sus principales materias primas en La Salvación, complican cada días más el pago de las rentas, servicios e impuestos, por lo que pensar en restablecer al personal que líquidó, por el momento no es una opción.

“Antes nuestros proveedores nos enviaban un correo por semana para avisarnos de los precios cuando esto empezó, ahora recibimos hasta dos correos diarios notificándonos del incremento de los precios en productos que ya habían aumentado durante el último mes”, apuntó.

Señala que no existe una justificación certera por parte de los proveedores, ya que la sobredemanda que se registró en los meses de abril y mayo en abarrotes y otros productos del hogar disminuyó, sin embargo, una de las razones que él mismo se da son los costos de producción que a su vez deben cubrir los productores.

“Están batallando porque están ganando menos si están produciendo lo mismo, ellos tienen que ganarse la misma cantidad de pesos vendiendo menos, por eso están aumentando sus productos”, explica.

Ambos empresarios señalan que de instalarse en la crisis durante todo el mes de agosto sería complejo sobrevivir con el personal actual en sus establecimientos, por lo que tendrían que prescindir de algunos de ellos o en el caso de los restaurantes de la familia García Ramos, pensar en el cierre de uno de sus negocios.

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