Drones y minas contra el Ejército; así los atacan los narcos
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Utilizan vehículos blindados y explosivos improvisados en los caminos; no está claro si las minas improvisadas están siendo usadas solamente en la sangrienta batalla territorial por el control de Michoacán, que los narcotraficantes valoran por su puerto y rutas.
CDMX.- En la guerra entre los cárteles de la droga en el occidente de México, los narcotraficantes han comenzado a utilizar dispositivos explosivos improvisados en caminos para dañar vehículos del Ejército.
Grupos de autodefensa de la ciudad de Tepalcatepec, en el estado de Michoacán, indicaron que minas improvisadas dañaron fuertemente un vehículo blindado del Ejército la semana pasada.
Un vocero de uno de esos grupos proporcionó fotos que muestran un vehículo blindado ligero del Ejército en un camino, con daños que dijo fueron causados por una de esas minas. Las autodefensas están enfrentando al Cártel Jalisco Nueva Generación.
El portavoz, que se negó a dar su nombre por temor a represalias, señaló que la explosión ocurrió el sábado en el pueblo de Taixtan, cerca de Tepalcatepec, donde los habitantes llevan meses enfrentándose al cártel de Jalisco.
Con frecuencia los narcotraficantes ya usan vehículos blindados de fabricación casera y drones modificados para lanzar bombas pequeñas. Pero esta sería la primera vez que cárteles mexicanos usan exitosamente explosivos improvisados.
El Ejército no respondió a una solicitud de comentarios sobre dichos explosivos. Pero la Secretaría de la Defensa Nacional sí indicó que patrullas del Ejército fueron atacadas cuatro veces en el área el pasado sábado con explosivos, vehículos blindados improvisados y disparos, lo que dejó a 10 soldados heridos. No especificó qué tipo de explosivos se usaron.
El canal televisivo Milenio describió los dispositivos como bombas de tubo PVC enterradas con una base redonda de metal debajo y una tapa cónica de metal para dirigir o concentrar la explosión.
El analista de seguridad Juan Ibarrola, que se especializa en las fuerzas armadas, dijo que “lo preocupante es la improvisación que se le da a la ingeniería que ellos quieran usar para crear armas, trampas, explosivos, en fin”.
Ibarrola señaló que, en lugar de pelear una guerra abierta con el Ejercito — que los narcotraficantes saben que perderían-, más que nada están tratando de amenazar y atacar a grupos rivales.
No está claro si las minas improvisadas están siendo usadas solamente en la sangrienta batalla territorial por el control de Michoacán, que los narcotraficantes valoran por su puerto marítimo y rutas de contrabando, además de la oportunidad de extorsionar dinero de los productores de aguacate y lima en el estado.