El misionero de EU que ayudó a una pareja embarazada a huir de Ucrania tras invasión rusa
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Según ACNUR, más de 670 mil personas han huido de Ucrania en los últimos seis días
Reinaba el caos, la gente se amontonaba en la frontera de Ucrania con Hungría para intentar escapar de los bombardeos, cuando entre los gritos de súplicas a los soldados controlando las barreras, un misionero estadounidense y una joven pareja ucraniana hacían equipo para salvar sus vidas.
En medio de una marea de pasaportes ucranianos destacó un brazo que agitaba un pequeño pasaporte azul. “¡Soy americano, soy americano!” En ese momento un soldado le hizo señas a Richard para dejarlo cruzar.
“Vienen conmigo”, apuntó Richard hacia un hombre y su esposa embarazada para que también los dejaran pasar. “Entre tanta confusión asumieron que los tres éramos estadounidenses”, narró.
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EN LA FRONTERA DE LA OPORTUNIDAD
“Bien, mi amigo tiene 26 años y apenas 40 minutos después de que cruzamos, ningún hombre de entre 18 y 60 años iba a poder salir ya”, explicó Richard quien describe su fortuita escapada como una bendición. “Dios nos bendijo. Es increíble”.
Esta historia estuvo a punto de no ser contada, pues Richard Montez -un misionero de Dallas, Texas, que estaba montando una obra de teatro en Kiev- quería quedarse a ayudar. “Una mitad de mi corazón quería ayudar, pero la otra me decía que corriera por mi vida”.
“Había decidido quedarme y ayudar a la gente de allí, pero mientras oraba, el Señor simplemente me dijo ‘tienes que irte’. Hablé con los líderes de la iglesia y luego me llamaron y me dijeron que uno de mis actores y su esposa saldrían en 10 minutos. Que estuviera listo”.
DESESPERACIÓN EN LAS CALLES
Ese mismo jueves Richard había despertado al sonido de explosiones, se sentía confundido y temía por su vida. Lo primero que intentó hacer cuando supo que debía prepararse para salir fue retirar efectivo del cajero automático pero todos los bancos estaban cerrados.
Aturdido, corría por las calles entre la multitud, las líneas en las tiendas y gasolineras eran enormes, no había cómo conseguir ningún medio de transporte. Empacó una mochila y tenía $100 dólares cuando la pareja llegó a recogerlo en su auto.
“Hicimos siete horas para llegar a la frontera y luego tuvimos que esperar seis horas más en la frontera”, describió el misionero. En ese momento sucedió su segundo milagro.
UN ROSTRO CONOCIDO
“Dios es maravilloso. El conductor reconoció a una amiga suya que estaba trabajando en la frontera y conocía a uno de los guardias que nos ayudó a pasar hasta al frente para pedir que nos dejaran cruzar”, narró.
El plan inicial no era pasar por Hungría, su destino era Polonia pero mientras manejaban las fuerzas rusas bombardearon cerca de ese camino así que cambiaron la ruta.
Tras un extenuante viaje, Richard está ahora en Polonia. Desde ahí trabaja con varias iglesias para vincular a las personas afectadas por la guerra en Ucrania a lograr salir, acercarse a poder tomar un vuelo, conseguir un hotel, comida o ayuda médica.
“MI PAÍS FAVORITO EN EL MUNDO”
“Estas personas no son mendigos que llegan de Ucrania. Son como tú y yo. Como tú y tu familia. Tenían buenos trabajos. Tenían bonitas casas. Tenían buenos autos y vidas cómodas, y ahora se encuentran en las calles, orando por la ayuda de extraños”, exhortó Richard.
“Ucrania es mi país favorito en el mundo”. Richard ansía poder regresar. Su puesta en escena se hubiera estrenado el primero de marzo pero ahora, miembros de su elenco se enlistan en el ejército.
“Los ucranianos son muy artísticos. Les encanta hacer espectáculos. Ellos aman al Señor. Entonces hay esperanza para Ucrania porque tienen esperanza en Jesucristo”, afirmó.
CONTACTO PARA AYUDA
Richard Montez, de 65 años, ha trabajado como misionero durante 35 años por todo el mundo, incluyendo México. Y está disponible para ser contactado vía email: cornerstonearts@hotmail.com o en el sitio web: cornerstonearts.com