En Colombia campesinos detuvieron a militares dedicados a erradicar cultivos de coca
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Los 180 militares fueron retenidos durante 3 días por un grupo de más de 900 campesinos; el presidente de Colombia, Iván Duque, consideró la retención como secuestro
Campesinos del municipio de Tibú, Colombia, retuvieron a un grupo de cerca de 180 soldados de la Segunda División del Ejército para protestar por la erradicación de cultivos de coca.
Las autoridades negociaron con los campesinos y la Defensoría del Pueblo destinó una comisión para atender el tema. Más tarde el medio RCN Colombia confirmó que fueron liberados los elementos tras permanecer retenidos durante 3 días.
El comandante de la división en cuestión, el general Omar Sepúlveda, detalló que en total seis pelotones fueron sorprendidos por un grupo de más de 900 campesinos, los cuales les retuvieron como señal de protesta por las labores de erradicación de cultivos ilegales en la zona, apunta Caracol Radio.
Por su parte, el presidente de Colombia, Iván Duque, criticó que “lo que están llamando retención” no se puede practicar contra “ninguna persona”, bien sea militar o civil, y que este tipo de prácticas “son solamente delincuentes”.
“Ahí lo que hay es un secuestro y si esto no opera con una liberación rápida, será tratada como un secuestro por todas las autoridades militares, policiales y las autoridades judiciales en nuestro país”, dijo previamente Duque a la liberación de los militares, recoge el diario ‘El Tiempo‘
La entidad de Norte de Santander entabló un Puesto de Mando Unificado convocado por la gobierno estatal, para garantizar la protección de los derechos humanos de las dos partes implicadas.
La segunda división del Ejército anunció que adelantó la instalación de un consejo de seguridad para esclarecer rutas de concertación y preservar la integridad de los uniformados que llevan alrededor de 34 días en la zona, informa RCN Colombia.
Desde hace días, la comunidad donde fueron retenidos los militares se declaró en alerta para denunciar la llegada de los uniformados y la implementación de técnicas forzadas y violentas para la erradicación, desconociendo, según ellos, el punto cuatro del Acuerdo Final de Paz.