¿Funciona? Como en Nuevo León, ahora bombardearán nubes por desabasto de agua en CDMX
El Ejército utilizará un avión equipado con lo necesario, y se llevará a cabo la acción durante marzo, abril y mayo
A partir de la próxima semana, habrá un bombardeo de nubes en la zona del sistema de presas de Cutzamala, con tal de lograr lluvias y contrarrestrar la crisis por desabasto de agua potable, según confirmó la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
En meses anteriores, cuando la sequía estaba en su punto máximo, el estado de Nuevo León hizo uso de esta técnica, empero, hay entidades que la utilizan para lograr el efecto contrario.
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Por otro lado, entidades como Chihuahua promueven el bombardeo de nubes con yoduro de plata para incentivar las lluvias, y poder hacer lucha contra la imparable sequía en México y sus zonas más áridas.
El Universal reitera que, según expertos, esta técnica se emplea cuando hay condiciones favorables para que llueva “de manera más natural”, incrementando las precipitaciones a un 30 por ciento.
Asimismo, se influye en qué lugares es más necesario que llueva, además de guiar la trayectoria de las nubes.
DUDAS SOBRE FUNCIONALIDAD
Pese a su utilización en Nuevo León, cuando el gobernador Samuel García buscaba llenar las presas de la entidad, José Luis Luege Tamargo, extitular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), afirma que “es una vacilada”.
“No es factible, no hay ninguna posibilidad científica [...] Cuando estuve en Conagua, recibí a muchas personas que ofrecían este servicio”, dijo el exfuncionario.
“Es un esquema muy costoso, pero ni siquiera está comprobado científicamente que tengan resultados y menos para una extensión tan amplia como lo es el sistema de presas del Cutzamala”, calificó.
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Igualmente, reiteró que con esta técnica “ni atraen nubes, ni se generan lluvias”, y que, hace varios años en Puebla, la empresa automotriz Volkswagen tuvo problemas con dicho método.
Ocurrió en 2018, cuando habitantes de Santa Rita Tlahuapan protestaron frente a la compañía, ya que ésta utilizaba cañones antigranizo para proteger sus vehículos, afectando a las cosechas aledañas.
Así, el método afectó hasta a 300 ejidatarios y agricultores, pues sus cultivos no estaban dando resultados, y tenían siembras de más de 180 hectáreas de tierra. Aunque se acordó la suspensión parcial del uso de los cañones, se volvió a usar durante los pronósticos de granizos.
Entonces, hace dos años, el 4 de marzo de 2021, el Congreso de Puebla aprobó una reforma legal para prohibir su utilización.
Se estableció que, el ciclo hidrológico natural en las fases de condensación y precipitación, “no puede alterarse por ningún motivo”, dando fin a todo empleo de tecnología que busque alterarlo.
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