Incrementa en vacaciones el riesgo de ciberacoso a menores

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/ 14 julio 2024

La web puede tener riesgos a los que no podemos permitirnos exponer a los niños, alertan especialistas

CDMX.- A Alejandra le preocupa que su nieto de 16 años se pasa el día en videojuegos, tanto por la probabilidad de que el adolescente caiga en una adicción como por lo que él mismo le ha contado.

“Me dice que tiene amigos con los que juega, que son de España, de Brasil, de otros países”, cuenta la abuela, “y yo me pongo a pensar: ‘¿Serán también de su edad? ¿Serán adultos?’. Son tantas cosas las que pasan...”.

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Su preocupación tiene razón de ser, coinciden psicólogos. En estos días de vacaciones en que los niños tienen tiempo libre, los riesgos aumentan al estar más a solas, en el hogar o en línea.

Son esos momentos en los que un menor de edad se convierte en potencial víctima de abuso sexual o grooming, término para cuando un adulto contacta a una niña, niño o adolescente para ganarse su confianza e involucrarlo en una actividad sexual.

“El riesgo de las vacaciones es que sales de un horario estructurado a un horario más libre. A veces ambos papás trabajan y tienen que encargar el cuidado de los hijos a personas no tan conocidas”, comenta Marina Pérez Martínez, psicoterapeuta con experiencia en programas escolares de autoestima y autocuidado.

El abuso sexual infantil puede ocurrir en cualquier espacio y se manifiesta en diferentes formas: mostrarse desnudo ante un niño, manoseos o caricias, masturbación y penetración.

También incluye comunicaciones obscenas a través de llamadas, mensajes de texto o interacción virtual; producir, poseer o compartir imágenes o películas pornográficas en las que participen niñas o niños; relaciones sexuales de cualquier tipo y trata con intenciones sexuales.

No callar

Aunque el agresor puede ser un extraño, generalmente se da en el entorno cercano de la víctima, apunta Pérez Martínez, autora del libro Manual de autocuidado para enseñar a los niños a protegerse a sí mismos, y quien ha ayudado a víctimas.

Ante una sospecha de que ocurrió una agresión, la recomendación de especialistas y organizaciones que trabajan en prevención es expresar afecto a la víctima, buscar acompañamiento psicológico, médico y legal.

Desafortunadamente, cuando ocurre una agresión, también pasa que el niño sufre amenazas por parte del agresor para no contar a nadie lo ocurrido. Y cuando decide hablar, los adultos no le creen.

“Parte de la sugerencia es que, si papá no te cree, tampoco tu mamá, ve con tu tía, tu abuelito, la vecina o el director de la escuela, pero la idea es hablar, hablar, hablar hasta que alguien escuche y te crea”, explica Pérez Martínez.

La especialista recomienda supervisión y fomentar la confianza a través de comunicación constante.

“Basta con platicar después de la cena. Antes de dormir es el tiempo ideal porque, al estar relajados, surge de manera natural comentar lo que pasó en tu día”, aconseja.

“Puede ser una charla trivial de cinco o 10 minutos, pero ya estableciste un puente de comunicación. Los niños necesitan sentirse confiados para contarte lo que sea”.

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La prevención del abuso también incluye educación sexual, enseñar a los niños a conocer sus cuerpos; distinguir entre secretos “buenos”, los que se guardan para dar una sorpresa a alguien, y los “malos”, que causan malestar, inquietud, culpa y que no se deben guardar.Peligro digital y real. De acuerdo con Unicef el abuso sexual infantil está vinculado a formas de violencia dentro del hogar, de ahí que los agresores suelen ser del entorno cercano.

Sin embargo, con la masificación de plataformas digitales, las probabilidades de que un adulto en otro lugar acose a un niño aumentan. El grooming, dice la organización internacional, es un tipo de abuso.

Luisa Fernanda Lasso de la Vega García, especialista en protección de datos personales, comenta que, en la última década, los niños han aprendido el manejo de computadoras e internet como herramienta de comunicación y aprendizaje.

“Sin embargo, al igual que en el mundo real, la web puede tener riesgos a los que no podemos permitirnos exponer a los niños”, dice la directora en protección de datos personales en el Instituto Estatal de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales de Nuevo León.

Algunos son la exposición a material pornográfico, de violencia, drogas, juegos de apuestas, abuso y corrupción de menores; riesgos a su privacidad, ciberacoso, desinformación, phishing (engaños para obtener información privada) e infección de malware que daña los dispositivos.

“Antes de permitir que los menores se conecten a la red, es necesario establecer reglas”, aconseja Lasso.

Para ello, los padres deben conocer los riesgos sobre el uso de internet e involucrarse en las actividades de sus hijos.

Entre las actividades en línea más comunes entre las infancias están el uso de plataformas como Instagram, TikTok y Snapchat para conectarse con amigos, compartir fotos y videos, y seguir a influencers y celebridades.

Y de entretenimiento, con juegos en línea como Fortnite, Minecraft y Roblox, además de YouTube y Netflix.

Hay que dosificar, poner reglas y vigilar el uso de videojuegos, recomienda Pérez Martínez.

“Ese es un canal para los pedófilos de acercarse a los niños y no solamente es la parte del contacto en línea. Hay quien empieza a pedir fotografías”.

¡Atención!

Especialistas enlistas algunas señales en el comportamiento de niñas, niños y adolescentes que pueden delatar agresión o abuso:

- Pesadillas o problemas para dormir sin una explicación.

- Miedo nuevo o inusual a personas o lugares.

- Rechazo a hablar sobre un secreto que comparte con un adulto o un niño mayor. -

Escritos, dibujos, juegos o sueños con imágenes sexuales o aterradoras.

- Referencias a un nuevo amigo mayor.

- Posesión repentina de dinero, juguetes u otros regalos.

- Pensamientos de su cuerpo como repulsivo, sucio o malo.

Fuente: Dru Sjodin. National Sex Offender Public Website.

¿Qué se puede hacer?

- Supervisión activa: Mantenerse involucrado y revisar las actividades en línea de los niños.

- Educar sobre privacidad: Enseñar a los niños a no compartir información personal en línea.

- Ajustar configuraciones de privacidad: Configurar cuentas y dispositivos para máxima privacidad.

- Usar controles parentales: Implementar herramientas para monitorear y limitar el acceso a contenido inapropiado.

- Contraseñas seguras: Ayudar a los niños a crear y mantener contraseñas seguras.

- Actualizar regularmente: Mantener dispositivos y aplicaciones actualizados para proteger contra vulnerabilidades.

Fuente: Luisa Fernanda Lasso de la Vega García, especialista en protección de datos.

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