A pesar de la guerra y el alto al fuego, Hamás sigue controlando partes de Gaza

Internacional
/ 9 diciembre 2025

Desde que las fuerzas de Israel se retiraron de algunas partes de Gaza en octubre en virtud de un acuerdo de alto al fuego, Hamás ha actuado con rapidez para llenar ese vacío

Por Adam Rasgon

Un alto al fuego tras dos años de guerra con Israel ha permitido que Hamás vuelva a reforzar su control del poder. “Sigue en pie”, dijo un funcionario israelí.

Desde que las fuerzas de Israel se retiraron de algunas partes de Gaza en octubre en virtud de un acuerdo de alto al fuego, Hamás ha actuado con rapidez para llenar ese vacío.

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Sus fuerzas policiales han vuelto a salir a las calles. Sus combatientes han ejecutado a opositores. Y, según empresarios locales, sus funcionarios han cobrado tasas sobre algunos productos costosos que se importan al territorio.

Durante dos años de guerra, altos mandos y miles de combatientes de Hamás han muerto, y el arsenal del grupo ha quedado profundamente reducido. Ahora controla menos de la mitad del territorio de Gaza, y el resto está ocupado por Israel.

Sin embargo, Hamás ha logrado reafirmar su poder en Gaza, según funcionarios de seguridad israelíes y un funcionario de los servicios de inteligencia árabes. Hablaron con la condición de mantener su anonimato para poder discutir las evaluaciones internas.

“Hamás sufrió un duro golpe, pero no fue derrotada”, dijo Shalom Ben Hanan, exdirigente del Shin Bet, la agencia de inteligencia nacional israelí. “Sigue en pie”.

Esta rápida reagrupación representa un obstáculo formidable para el plan del gobierno de Donald Trump de reconstruir una Gaza libre de Hamás. El plan prevé la desmilitarización del enclave y exige que se destruya toda la infraestructura militar, incluidos los túneles y las instalaciones de producción de armas.

Hamás salió de la guerra con una base sobre la que puede volver a desarrollarse.

Ben Hanan, que recibe información de la dirección del Shin Bet, dijo que, aunque las filas de Hamás están mermadas, las estimaciones oficiales dicen que quedan 20.000 combatientes.

Hamás ha remplazado rápidamente a los comandantes muertos en la guerra, dijo el general de brigada Erez Winner, quien desempeñó un cargo de alto rango en el ejército israelí hasta marzo.

El grupo dispone de muchos lugares donde ocultar y almacenar armas, dado que más de la mitad de la red de túneles subterráneos sigue intacta, dijeron los oficiales israelíes y árabes.

Hamás sigue dirigiendo los órganos centrales de gobierno en Gaza, incluidos los servicios de seguridad, dijo Ben Hanan. Su suministro de misiles ha disminuido, pero sus miembros siguen disponiendo de armas más ligeras, como fusiles automáticos, granadas propulsadas por cohetes y morteros.

Los hombres armados de Hamás operan puestos de control en algunas partes de Gaza e interrogan y detienen a personas, según los residentes. Su policía ha impedido que la gente intente robar en camiones de ayuda y casas abandonadas, dijeron.

“Están intentando transmitir al público que siguen al mando y que proporcionan seguridad”, dijo Nidal Kuhail, de 31 años, residente en la ciudad de Gaza. “Se nota su presencia, pero también parecen más débiles que en el pasado”.

Husam Badran, alto cargo de Hamás, dijo que el grupo estaba dispuesto a permitir que un comité de tecnócratas palestinos se hiciera cargo de la administración de Gaza. El caos sería el resultado de dejar tras de sí un vacío de poder, dijo.

“Sería la decisión más peligrosa”, dijo en una entrevista, y añadió que la policía pretendía “preservar la seguridad y la estabilidad”.

Sin embargo, Hamás ha utilizado tácticas brutales para ajustar cuentas con sus rivales.

A mediados de octubre, miembros del grupo obligaron a ocho hombres a arrodillarse en una calle abarrotada de la ciudad de Gaza antes de matarlos a disparos. Funcionarios de seguridad interna de Hamás dijeron que las muertes eran una represalia por el asesinato de varios de sus militantes durante la guerra.

El jueves, Yasser Abu Shabab, dirigente de una milicia palestina respaldada por Israel, murió en un enfrentamiento en el este de Rafa. Aunque no estaba claro si Hamás estaba implicado, el grupo celebró la noticia.

Al tiempo que Hamás ha intentado establecer la seguridad, también ha tratado de recaudar dinero del alto al fuego.

Desde que entró en vigor la tregua, cientos de camiones con ayuda humanitaria y productos comerciales han entrado diariamente en Gaza, lo que significa un aumento significativo respecto a los tiempos de guerra. Hamás ha estado generando ingresos a partir de algunos de los artículos más costosos que entran, gravando con impuestos un pequeño número de productos comerciales, como computadoras y paneles solares, según cuatro empresarios de Gaza.

Ismail Thawabteh, director general de la oficina de medios de comunicación del gobierno de Hamás en Gaza, negó que el gobierno del grupo estuviera recaudando impuestos sobre los productos importados.

A pesar de su regreso parcial, está claro que Hamás no ejerce el poder que tenía antes del 7 de octubre de 2023, cuando era una milicia y un gobierno en toda regla que controlaba Gaza con severidad

La mitad de Gaza que ahora preside fue demolida por la guerra. El gobierno de Trump se ha negado a considerar la reconstrucción de las partes de Gaza que siguen bajo la autoridad de Hamás. Funcionarios israelíes afirman que también se ha cortado gran parte de la financiación del grupo.

Y lo que es más importante, Hamás se enfrenta a más presiones que nunca, tanto de Israel como de la comunidad internacional, para que entregue las armas que aún posee. El plan de Trump para Gaza se basa en el desarme de Hamás y en que un nuevo gobierno asuma la administración del territorio con el apoyo de una fuerza internacional de estabilización.

Badran dijo que Hamás estaba dispuesto a conversar sobre el tema de las armas del grupo, pero solo en el contexto de conversaciones “serias” sobre la retirada total de Israel de Gaza, el cese total de las operaciones militares en el territorio y el establecimiento de un Estado palestino en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental.

“Sin eso, hablar de estos asuntos carecería de sentido”, dijo. “Sin valor”. También sugirió que Hamás estaba abierto a una tregua a largo plazo.

Para Hamás, renunciar a todas sus armas equivaldría a renunciar a un elemento central de su identidad: la capacidad de resistir a Israel.

Más allá de su apego ideológico a las armas, los miembros de Hamás las consideran fundamentales para defenderse, dijo Wesam Afifa, analista palestino y exdirector ejecutivo de Al Aqsa TV de Hamás.

Los analistas palestinos dijeron que pensaban que Hamás podría adoptar un enfoque pragmático para preservar algún tipo de papel futuro en Gaza y un alto al fuego a largo plazo con Israel.

Aunque es posible una tregua a largo plazo, no se vislumbra una rendición total, según dijo Afifa.

Algunos mediadores árabes dicen que creen que pueden persuadir a Hamás para que entregue parte de sus armas siempre que el presidente Trump ofrezca garantías de que Israel no reanudará la guerra.

Altos cargos del gobierno israelí han indicado que probablemente no se conformarían con un desarme parcial de Hamás, señalando que no se ajustaría a la visión estadounidense.

“Este territorio será desmilitarizado y Hamás será desarmado”, declaró el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una reunión gubernamental de mediados de noviembre. “Esto ocurrirá por las buenas o por las malas”.

Funcionarios políticos y militares israelíes se han quejado de que, con cada día que pasa del alto al fuego, Hamás profundiza su control y reorganiza sus fuerzas, lo que dificulta la introducción de una alternativa viable que lo sustituya.

“Ha ocurrido muy rápido”, dijo Moshe Tur-Paz, legislador centrista israelí, sobre el resurgimiento de Hamás.

“El momento de la entrada del nuevo gobierno fue el momento en que comenzó el alto al fuego”, dijo Tur-Paz, miembro de la Comisión parlamentaria de Asuntos Exteriores y Defensa de Israel, que recibe información clasificada sobre asuntos de seguridad. “Hamás estaba en su punto más débil”.

El lento proceso de creación de un nuevo gobierno para Gaza juega a favor de Hamás, dijo.

Ben Hanan, exfuncionario del Shin Bet, advirtió que Hamás podría volver a representar una amenaza en el futuro si Israel se vuelve complaciente respecto al grupo.

“Hamás está asediado”, dijo. “Pero si sigue controlando algunas zonas de Gaza y quiere reconstruir sus capacidades, encontrará la forma de reconstruirlas”.

Y añadió: “La próxima batalla podría ser dentro de 10 o 20 años, pero podría ser mucho peor que la del 7 de octubre”.

Iyad Abuheweila colaboró con reportería.

c. 2025 The New York Times Company

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