Coyotes, focas y águilas son los animales salvajes que conquistan Nueva York
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En 2015, los neoyorquinos utilizaron el número de emergencias casi el doble de veces que el año anterior para quejarse o pedir ayuda por la presencia de mapaches.
En la gran ciudad de Nueva York viven 8.5 millones de personas, casi 11,000 por kilómetro cuadrado en un espacio relativamente reducido. ¿Un desierto de hormigón sin espacio para las zonas verdes y para los animales, a excepción de ratas, cucarachas, mimados animales de compañía o pobladores del zoo?
No. Cada vez hay más animales salvajes que se trasladan a la metrópolis neoyorquina situada en la costa este estadounidense, precisamente cuando empieza la época cálida. A continuación, algunas especies realmente inesperadas en la ciudad.
1. COYOTES
En realidad, los coyotes, de la familia de los perros, viven en las regiones de praderas y llanos del centro y oeste de Norteamérica, pero cada vez se ven más también en Nueva York, y no sólo en las afueras, sino también en Manhattan. Los científicos del Gotham Coyote Project calculan que casi 20 de estos animales, especialmente activos por la noche, viven en la ciudad, sobre todo en los grandes parques.
Algunos de ellos han tenido que ser retirados de zonas residenciales mediante complicadas acciones policiales. "Están aquí y se quedarán", asegura un portavoz de la Policía. "Han encontrado un nicho que no ocupa ningún otro animal carnívoro y controlan la población de los roedores, por ejemplo".
La mayoría de los coyotes son inofensivos, aseguran las autoridades del parque, pero no se debe alimentarlos. Es preferible disfrutar de la vista, dice el portavoz. "El que ve un coyote, tiene suerte. Es algo especial".
2. BALLENAS, DELFINES Y FOCAS
La mayoría de los turistas son atraídos por los rascacielos de Manhattan, pero Nueva York está también al lado del mar e incluso tiene verdaderas playas, con sus surferos, castillos de arena y todos los animales marinos correspondientes.
Sin embargo, las ballenas y los delfines pocas veces se acercan de forma voluntaria a la metrópolis. La mayoría son animales enfermos que se han equivocado de ruta y que de repente se quedan varados, como ocurrió con la orca "Sludgie" que se quedó varada en 2007 en el canal de Gowanus, las aguas más contaminadas de todo el país, y murió allí.
Pocos kilómetros delante de la costa hay, sin embargo, muchos animales sanos que pueden avistarse con tours especiales, como por ejemplo las focas, que sobre todo en invierno pueden verse delante de la ciudad con unos simples prismáticos.
3. MEFÍTICOS (MOFETAS)
En realidad, las mofetas viven principalmente en las estepas de Norteamérica pero con cada vez más frecuencia se avistan también en Nueva York. Algunas incluso en pleno Central Park, donde algunos perros que pasaban se han visto sometidos al fétido olor que segregan sus glándulas anales.
"Las mofetas son neoyorquinas de nacimiento", asegura un portavoz de la administración de parques de la ciudad. "Forman parte de la fauna de la ciudad".
El año pasado, la Policía incluso rescató a dos mofetas bebés de una estación de metro en el barrio de Bronx. "Probablemente se habían perdido de camino al zoo del Bronx", comentó entonces un policía en Twitter.
4. MAPACHES
A primera vista, los mapaches parecen animales muy cucos pero la ciudad de Nueva York advierte del peligro: "Los mapaches pueden tener rabia y morderle a usted a sus animales domésticos. Los mapaches pueden dañar su vivienda y su propiedad". Estos animales están muy extendidos en la metrópoli.
En 2015, los neoyorquinos utilizaron el número de emergencias casi el doble de veces que el año anterior para quejarse o pedir ayuda por la presencia de mapaches. Han sido vistos en todas partes de la ciudad, incluso en restaurantes.
"Es increíble su capacidad de adaptación", señala el profesor Samuel Zeveloff, de la Universidad Estatal Weber en el estado de Utah, que ha escrito un libro sobre los mapaches.
5. ÁGUILAS (Y OTRAS AVES)
Pese al ruido de los coches, los camiones, las sirenas o los 8,5 millones de habitantes de la ciudad, las aves siguen perteneciendo al paisaje visual y sonoro de Nueva York, aunque de otra manera. "Las aves aquí se ven molestadas con mayor frecuencia y por eso se despiertan más temprano", cuenta el zoólogo John Rowden de la New Yorker Audubon Society, una asociación dedicada a las aves.
Por el ruido y la presencia de muchos otros pájaros en su propio espacio, los machos pían normalmente en volumen más alto para delimitar su territorio. "Quieren imponerse a sus competidores. Los pájaros en Nueva York son artistas de la supervivencia".
Pero pese a las duras condiciones, la diversidad es inmensa: decenas de especies fueron avistadas por el ornitólogo y escritor Jonathan Franzen desde la propia ventana de su vivienda en el barrio Upper East Side.
Junto a las habituales palomas y gorriones ha documentado también papagayos e incluso una águila americana o de cabeza blanca famosa por aparecer en el escudo nacional de Estados Unidos.
Pero el ave más popular y conocido de Nueva York es quizá el "Pale Male", traducido algo así como 'hombre pálido'. Se trata de un ratonero de cola roja, también conocido como gavilán colirrojo o aguililla cola roja, que anida desde hace décadas en una casa de lujo en la noble Quinta Avenida y que se ha convertido en una atracción turística.