ETA, el último grupo armado de Europa

Internacional
/ 20 octubre 2016

El primer atentado mortal del grupo separatista vasco tuvo lugar nueve años después de su fundación, el 2 de agosto de 1968, y terminó con la vida del comisario de Policía Melitón Manzanas.

El grupo separatista vasco ETA nació en España el 31 de julio de 1959, en plena dictadura de Francisco Franco (1939-1975). Durante casi medio siglo mató a más de 850 personas con el objetivo de lograr, por la vía de lo que calificaba como "lucha armada", la independencia del País Vasco (norte) del resto del país.

Surgido de un grupo de estudiantes que publicaba un periódico nacionalista y antifranquista, su ideología se basó en los inicios en el anticapitalismo y el antiimperialismo. Sus siglas, que se convertirían en sinónimo de casi medio siglo de terrorismo en España, significan "Euskadi ta Askatasuna" (Patria Vasca y Libertad).

Cuando el Ejército Republicano Irlandés (IRA) dio por terminada su "lucha armada", ETA se convirtió en el último grupo armado de Europa Occidental. Aunque en octubre de 2011 abandonó de forma definitiva la actividad armada, no se ha disuelto ni ha entregado las armas.

El primer atentado mortal del grupo separatista vasco tuvo lugar nueve años después de su fundación, el 2 de agosto de 1968, y terminó con la vida del comisario de Policía Melitón Manzanas.

Su acción más espectacular durante la dictadura franquista fue el atentado que costó la vida el 20 de diciembre de 1973 en Madrid al almirante Luis Carrero Blanco, entonces presidente del Gobierno.

Si en aquellos años ETA gozó de un amplio respaldo entre la población vasca, e incluso de una parte del resto de España, por asociarse con la lucha por la libertad y la democracia, el carácter terrorista de sus acciones hizo que tras la muerte de Franco perdiera sus apoyos.

Desde 1968, los atentados del grupo armado costaron la vida a más de 850 personas, entre ellas militares, agentes de los cuerpos de seguridad, políticos, empresarios, periodistas o ciudadanos comunes.

En 1995, ETA intentó atentar contra el rey Juan Carlos I en la isla de Mallorca y perpetró en Madrid un atentado con coche bomba contra el entonces líder de la oposición y después presidente del gobierno (1996-2004), José María Aznar, en el que éste resultó herido leve.

Alrededor de 300 miembros de ETA cumplen actualmente penas de prisión, muchos de ellos lejos del País Vasco, en el marco de la política de dispersión que desde el Gobierno de Felipe González (1982-1996) mantuvieron todos los Ejecutivos en España.

La principal reivindicación de ETA es la creación de un Estado independiente formado no solo por las tres provincias vascas en el norte de España (Álava, Guipúzcoa y Vizcaya), sino también por una parte del departamento francés de los Pirineos Atlánticos y la vecina región de Navarra, un conglomerado que denomina "Euskal Herria".

Tras varios intentos frustrados de negociación, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero anunció tras llegar a la presidencia del Gobierno en 2004 que negociaría con la organización si ésta dejaba la violencia, una posición avalada por una resolución aprobada por el Congreso de los Diputados en mayo de 2005 con el visto bueno de todas las fuerzas políticas excepto del consevador Partido Popular (PP).

La entrada en vigor del primer "alto el fuego permanente" de ETA, el 24 de marzo de 2006, pareció abrir la puerta de la esperanza, pero ésta se vio truncada cuando el 30 de diciembre el grupo armado hizo estallar un coche bomba en el aeropuerto de Madrid.

El atentado costó la vida a dos hombres ecuatorianos y el Gobierno de Rodríguez Zapatero dio por fracasado el diálogo, que según la prensa había conducido escasas dos semanas antes a la primera reunión entre representantes del Ejecutivo y ETA en un país europeo.

Casi cinco años después de aquella acción, y poco antes de que el conservador Mariano Rajoy llegara a la presidencia del Gobierno en diciembre de 2011, ETA anunció su adiós a las armas.

En el tiempo transcurrido desde entonces, la banda hizo un amago de desarme que resultó un fiasco. El Gobierno de Rajoy, en funciones desde hace casi diez meses, sigue exigiendo a ETA su disolución y la entrega de las armas para negociar la situación de sus presos, mientras que éstos quieren cerrar una solución a su situación antes de que se proclame el final de ETA como organización.

COMENTARIOS

TEMAS
Selección de los editores