¡Histórico!, Sarah Mullally es la primera arzobispa de Canterbury en la historia de la Iglesia de Inglaterra

LONDRES- Sarah Mullally, obispa de Londres, fue nombrada hoy arzobispa de Canterbury, siendo la primera vez que se elige a una mujer para convertirse en líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra.

En un comunicado publicado por The Archbishop of Canterbury, precisa que el rey Carlos III del Reino Unido aprobó su nombramiento, según lo dio a conocer Downing Street.

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De esta forma, prosigue el comunicado, la Obispa Sarah se convierte en la “número 106 en ocupar el cargo desde que San Agustín llegó a Kent desde Roma en el año 597”, siendo la primera mujer en ocupar este cargo.

Se tiene previsto que la Mullally será investida Obispa de Londres en un servicio religioso en la Catedral de Canterbury en marzo de 2026, precisa el comunicado.

Una vez que se hizo público su nombramiento, la arzobispa de Canterbury indicó que “al responder al llamado de Cristo a este nuevo ministerio, lo hago con el mismo espíritu de servicio a Dios y al prójimo que me ha motivado desde que conocí la fe en la adolescencia. En cada etapa de ese camino, a lo largo de mi carrera de enfermería y mi ministerio cristiano, he aprendido a escuchar atentamente a las personas y a la dulce inspiración de Dios, para buscar unirlas y encontrar esperanza y sanación”, Mullally prosigue explicando que “sencillamente, quiero animar a la Iglesia a seguir creciendo en la confianza en el Evangelio, a hablar del amor que encontramos en Jesucristo y a que este moldee nuestras acciones. Y espero compartir este camino de fe con los millones de personas que sirven a Dios y a sus comunidades en parroquias de todo el país y en toda la Comunión Anglicana mundial”, concluye aseverando, “sé que es una gran responsabilidad, pero la afronto con paz y confianza en que Dios me guiará como siempre lo ha hecho”.

Mullally, de 63 años, quien es una antigua jefa de enfermería de Inglaterra, se va a enfrentar a importantes desafíos, tales como las divisiones en cuanto el trato a las mujeres y a las personas LGBTQ. Así mismo, habrá de abordar las inquietudes de que los líderes de la institución que no han hecho lo suficiente para lograr erradicar los escándalos entorno a abusos sexuales que ensombrecido a la Iglesia durante más de una década.

Anteriormente la Iglesia anglicana ya había ordenado a sus primeras sacerdotisas en 1994 y a su primera obispa en 2015.

Por su parte, Lord Evans, quien es el presidente de la Comisión de Nominaciones de la Corona para Canterbury, comentó que “ha sido un gran privilegio presidir la Comisión de Nominaciones de la Corona, que buscaba discernir a quién llama Dios para liderar la Iglesia de Inglaterra y la Comunión Anglicana como Arzobispo de Canterbury”.

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Evans añade que “ese discernimiento comenzó con la consulta pública, que escuchó las voces de miles de personas que expresaron sus esperanzas en esta nominación, y continuó hasta la reunión final de la Comisión“, por lo que prosigue presidente de la Comisión de Nominaciones de la Corona para Canterbury, “Quisiera agradecer a todos los que participaron en este proceso, en particular a quienes se tomaron el tiempo de compartir sus opiniones durante la consulta, y a los miembros de la Comisión que trabajaron con tanta diligencia durante varios meses, con la valiosa ayuda de los Secretarios de Nombramientos y del equipo de Nombramientos y Vocaciones del Palacio de Lambeth”, concluye diciendo “rezaré por la Obispa Sarah mientras se prepara para asumir este nuevo ministerio en los próximos meses”.

Keir Starmer, quien es el primer ministro británico, festejó el nombramiento de Mullally y le deseó que tenga éxito.

“La Iglesia de Inglaterra es de profunda importancia para este país”, expresó el mandatario, quien continuó diciendo “sus iglesias, catedrales, escuelas y organizaciones benéficas son parte del tejido de nuestras comunidades. La arzobispa de Canterbury desempeñará un papel clave en nuestra vida a nivel nacional”.

Mullally, va a reemplazar al exarzobispo Justin Welby, quien anunció su renuncia en noviembre pasado tras una investigación independiente que encontró que no había informado a la policía sobre los abusos físicos y sexuales cometidos por un voluntario en campamentos de verano cristianos una vez que tuvo conocimiento de ellos.

“El nuevo arzobispo se enfrentará a la disminución de la asistencia a la iglesia, a estructuras de gestión infladas y a disputas entre el clero por lo que la gente hace en su dormitorio”, detalló Andrew Graystone, quien un defensor de las víctimas de abuso, a la Asociación de Prensa Británica, quien concluyó precisando, “pero el mayor desafío (...) es restaurar la confianza después de una década de escándalos de abuso”.

El Obispo Anthony Poggo, quien es el secretario General de la Comunión Anglicana, tras darse a conoce el nombramiento de Mullally dijo. “acojo con satisfacción y elogio la nominación de la Obispa Sarah como próxima Arzobispa de Canterbury e invito a las iglesias de la Comunión Anglicana mundial a orar por ella mientras se prepara para asumir este importante ministerio. Que Dios le conceda sabiduría y discernimiento, mientras busca escuchar a las iglesias miembros, fomentar el apoyo mutuo y fomentar la unidad”, Poggo añadie, “la Oficina de la Comunión Anglicana está plenamente comprometida a apoyar su ministerio mientras trabaja con otras Provincias y los Instrumentos de la Comunión Anglicana. Oremos para que Dios derrame su Espíritu sobre la Comunión Anglicana para compartir con valentía el amor transformador de Cristo y la esperanza del Evangelio en el mundo de hoy”.

Actualmente, la Iglesia Anglicana cuenta con más de 85 millones de miembros que están repartidos en 165 países, incluyendo la Iglesia Episcopal en Estados Unidos. Si bien, cada iglesia nacional tiene a su propio líder, el arzobispo de Canterbury es considerado el líder religioso de esta congregación religiosa.

También el arzobispo de York, Stephen Cottrell, se refirió a Mullally e indicó, “me complace enormemente que la obispa Sarah Mullally haya sido nombrada 106.ª arzobispa de Canterbury y la primera mujer en ocupar este cargo. Es una persona de gran valentía, sabiduría, integridad y experiencia. Ante los numerosos desafíos que enfrenta la Iglesia de Inglaterra en este momento, necesitamos el liderazgo amable, piadoso y estable que aportará la obispa Sarah”, Cottrell prosigue diciendo “será un gran placer servir junto a ella, y espero que juntos podamos continuar la labor de ayudar a la Iglesia de Inglaterra a ser más sencilla, humilde y audaz en su proclamación de la buena nueva de Jesucristo y en nuestro servicio a la nación”.

ASÍ FUE LA ELECCIÓN DE LA NUEVA ARZOVISPA

Para llegar al nombramiento de Mullally, se llevó acabo un proceso que tuvo una duración de 11 meses, mismo que fue presidido por un comité de unas 20 personas liderado por el exdirector general del MI5, la agencia de espionaje doméstico de Reino Unido.

“Al menos en las últimas ocasiones, el nuevo papa ha sido elegido con gran rapidez, pero para seleccionar al arzobispo de Canterbury, que no es exactamente el equivalente pero que muchos podrían ver como una posición relativamente equivalente, se tarda meses”, explicó a la Agencia de Noticias The Associated Press George Gross, quien es un experto en monarquía y pensamiento religioso moderno en el King’s College de Londres.

ESCÁNDALO POR ABUSOS SEXUALES

Justin Welby recibió mucha presión para que presentara su renuncia tras las acusaciones de que su institución habría encubierto durante años agresiones físicas y sexuales cometidas a menores por parte de del abogado John Smyth, vinculado a la misma.

Entre la década de 1970 y mediados de la de 2010, Smyth abusó sexualmente de 130 niños y jóvenes en Reino Unido y en África, en específico en Zimbabue y Sudáfrica, en donde se instaló y falleció en 2018 a los 75 años, sin que fuera juzgado.

La institución liderada por Welby fue informada oficialmente de estos hechos en 2013, sin embargo, muchos miembros ya tenían conocimiento de los hechos desde la década de 1980. Welby decidió mantenerlos en silencio como parte de una “campaña de encubrimiento”, concluyó una investigación que fue encargada por la propia Iglesia anglicana.

Esta pesquisa concluyó que el arzobispo de Canterbury “podría y debería haber denunciado” a la policía los abusos cometidas por el abogado a partir de 2013, cuando se convirtió en primado de la Iglesia de Inglaterra.

Tras su nombramiento, Mullally se comprometió a “fomentar una cultura de seguridad y bienestar para todos”, en respuesta los casos de estas agresiones sexuales que cimbraron a la institución.

“Como Iglesia, con demasiada frecuencia hemos fallado en reconocer o tomar en serio los abusos de poder en todas sus formas”, declaró la nueva arzovispa en un discurso que pronunció en la Catedral de Canterbury.

Con información de las Agencias de Noticias The Associated Press, EFE, AFP y The Archbishop of Canterbury.