Las mujeres periodistas sufren ciberacoso en relación con su trabajo, un problema que va en aumento y que cada vez más habitual

WASHINGTON- De acuerdo con un estudio llevado acabo en 2022 por la UNESCO y el ICFJ en el que participaron alrededor de 900 periodistas de 125 países, cerca de tres cuartas partes, esto es un 73%, de las mujeres periodistas afirmaron haber sufrido violencia en línea en relación con su trabajo.

“La violencia en línea contra mujeres periodistas es una de las más graves amenazas contemporáneas a la libertad de prensa a nivel internacional”, precisa el estudio, debido a que favorece y azuza la “impunidad por crímenes contra periodistas, incluyendo agresiones físicas y asesinatos”, asegura el informe.

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Este tipo de delito, prosigue el estudio, “está diseñado para silenciar, humillar y desacreditar. Inflige daños psicológicos muy reales. lesiones, paraliza el periodismo de interés público, acaba con las carreras de las mujeres y priva a la sociedad de voces y perspectivas importantes. La violencia en línea es peor en la intersección de la misoginia y otras formas de discriminación, como el racismo, la intolerancia religiosa, el antisemitismo, la homofobia y transfobia”.

Siendo así, en opinión de Posetti que “las mujeres tienden a enfrentarse a mayores amenazas en Internet”, añade que “el tipo de amenazas a las que se enfrentan va en aumento”.

REDES SOCIALES Y VIOLENCIA

Esta situación a la que ven enfrentadas las mujeres periodistas sucede entorno en un contexto en el que las redes sociales forman parte parte de su trabajo cotidiano, ya sea usadas como fuentes de información, así como espacios de intercambio o medios de promoción.

De acuerdo con la Agencia de Noticias AFP, desde hace cinco o seis años surgió además un término simbólico que evidencia la violencia contra las mujeres periodistas: “presstitute”, contracción de “press” y “prostitute” (“prensa” y “prostituta” en inglés, respectivamente).

Por otra parte, los ataques hacia las periodistas se esconden bajo el anonimato en redes, y van desde el desprestigio hasta los insultos, pasando por comentarios tanto machistas como sexuales, hasta las amenazas físicas, incluyendo las de muerte, en las que a veces se ven afectados a sus allegados.

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Además, indica Posetti que “este entorno que permite el ciberacoso está facilitado por las +Big tech+”, es decir a los gigantes tecnológicos a los que culpó de haber “fallado en sus responsabilidades”.

DISCRIMINACIÓN y VIOLENCIA

Por otra parte, la violencia contra las periodistas puede incrementarse si se mezcla con discriminaciones que estén vinculadas al color de su piel, su religión o su orientación sexual.

En donde los métodos usados son cada vez más sofisticados y que pueden ser el bloqueo de cuentas, además de la piratería informática o el uso de fotos privadas, incluyendo las “deepfakes”.

En respuesta, Posetti y otras dos investigadoras elaboraron, en conjunto con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), una guía, así como una serie de herramientas sobre el tema dirigidas a las periodistas.

EL CASO DE LA PERIODISTA MARA RESSA

La periodista filipina Maria Ressa, quien fue galardonada con el Premio Nobel en 2021, fue víctima de ciberacoso con el hashtag #ArrestMariaRessa, que fue difundido en 2017 por partidarios del expresidente Rodrigo Duterte. Ressa fue detenida dos veces, dos años después.

“Fui corresponsal de guerra para CNN durante dos décadas, pero nada en el terreno me preparó para estos ataques misóginos”, aseguró Ressa al ICFJ y la UNESCO.

EL CASO DE LA PERIODISTA MARIANA SPRING

Marianna Spring, quien es especialista en desinformación para la BBC, fue objeto el año pasado una cascada de tuits, con amenazas de ser secuestrada o degollada, después de que hiciera una investigación sobre la adquisición de la red social X (entonces Twitter) por Elon Musk.

EL CASO DE NADIA DAAM

La periodista francesa Nadia Daam le narró a la AFP que en 2017 recibió una una gran cantidad de mensajes de odio tras publicar una columna en la que hizo una critica a un foro en línea.

Desde entonces se vio obligada a mudó dos veces. Además busca mantenerse alejada de las redes sociales, sin embargo, afirmó a AFP, que continúa recibiendo mensajes de ciberacoso y que “ya no [trabaja] igual”.

EL CASO DE MELINA HUET

Melina Huet, quien es una periodista independiente que cubrió la guerra de Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamás, asegura a AFP que con frecuencia recibe amenazas en Internet que están relacionadas con su trabajo.

“Recibí amenazas de decapitación y violación en Instagram”, expresó Huet a AFP y prosigue explicando que “los autores pueden volver a crear cuentas fácilmente, hay impunidad”.

EL CASO DE JESSICA ZIEEGERER

La periodista sueca de investigación para el diario HD Sydsvenskan Jessica Ziegerer detalló a AFP que regularmente recibe mensajes hostiles.

“Antes de publicar un artículo delicado, nos reunimos con especialistas en seguridad y revisamos todos los aspectos”, tanto en línea como de la vida real, expresó Ziegerer.

Según el informe “El periodismo frente al sexismo” elaborado por RSF el 8 de marzo de 2021, si bien el periodismo puede ser en ocasiones un oficio peligroso, “ser mujer y periodista a menudo significa correr un doble riesgo: a los peligros inherentes a la profesión se suma el de exponerse a agresiones sexuales o sexistas”.

En algunos casos, las amenazas en línea en contra de las periodistas pueden derivar en violencia real, precisa AFP

Por último, de acuerdo con el estudio del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ por sus siglas en inglés) el 20% de las mujeres que fueron encuestadas aseguraron haber sufrido agresiones o insultos en la vida real relacionados con abusos cibernéticos.

Con información de la Agencia de Noticias AFP y ICFJ.