Líder norcoreano aboga por la paz pero advierte de provocaciones

Internacional
/ 1 enero 2016

En su mensaje de Año Nuevo, Kim Jong Un promete trabajar por la estabilidad regional, pero amenaza con una 'guerra santa de la justicia' si su país es violentado

El líder norcoreano, Kim Jong Un, dijo el viernes en su discurso anual de Año Nuevo que está listo para la guerra si recibe provocaciones de foráneos "invasivos", pero evitó amenazas pasadas centradas en las armas nucleares del país y en sus ambiciones sobre misiles de largo alcance.

Los comentarios de Kim, que fueron emitidos por la televisora estatal norcoreana, estuvieron en la línea de la manida propaganda del país que busca glorificarlo a él y su mandato ante los residentes de uno de los países más pobres y el más hermético del mundo.

Pero sus palabras siguen siendo estudiadas minuciosamente por analistas en busca de pistas sobre cuáles serán sus intenciones para el año próximo.

"Vamos a seguir trabajando pacientemente para lograr la paz en la península coreana y la estabilidad regional. Pero si extranjeros invasivos y provocadores nos tocan, aunque sea ligeramente, no perdonaremos ni lo más mínimo y responderemos con severidad con una despiadada guerra santa de la justicia", dijo Kim, que vestía una gruesas gafas con montura negra y continuó con sus esfuerzos para imitar el estilo implantado por su abuelo, el querido fundador del país, Kim Il Sung.

Hay poca información pública sobre el funcionamiento interno y los objetivos de la política del gobierno de Pyongyang, que considera que la democrática Corea del Sur y su aliado Estados Unidos son sus enemigos, e intenta lograr un misil de largo alcance que podría llevar una cabeza nuclear a territorio continental estadunidense.

Kim dijo que está abierto a conversar con cualquiera verdaderamente interesado en la "reconciliación y la paz " en la península coreana y que está listo para trabajar "de forma agresiva" para tratar de mejorar sus relaciones con el Sur.

Sin embargo, dedicó gran parte de su discurso a criticar el enfoque de Seúl en conversaciones entre las dos naciones y su alianza con Washington.

Se comprometió a mejorar la difícil situación económica de su país y el nivel de vida, y pidió al ejército que actualice su tecnología para desarrollar más "vías de ataque diversificadas".

Analistas apuntan que Kim podría querer impulsar logros diplomáticos y económicos tangibles antes de una convención del gobernante Partido de los Trabajadores en mayo, la primera desde 1980, y en la que se espera que anuncie importantes políticas estatales y cambios en la élite política para consolidar todavía más su poder.

Algunos habían aventurado que Kim evitaría declaraciones excesivamente provocadoras en su discurso de Año Nuevo, ya que la nación querría mejorar sus relaciones con Corea del Sur y China, su aliado económico y estratégico más importante.

Las relaciones entre ambos países se han enfriado considerablemente desde la llega al poder de Kim en 2011, pero Pekín pareció dar un paso adelante para enmendar la situación al enviar a un funcionario de alto perfil a un desfile militar en la capital norcoreana el pasado octubre.

Las dos coreas han mostrado un progreso irregular en sus esfuerzos de reconciliación tras un enfrentamiento militar en agosto, que comenzó por explosiones de minas terrestres de las que Seúl culpó a Pyongyang y que mutilaron a dos soldados surcoreanos. El mes pasado, las dos naciones pusieron fin a unas poco habituales conversaciones de alto nivel sin ningún avance.

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