Transparencia Internacional vuelve a registrar avances “mínimos o nulos” en la lucha contra la corrupción en 2023
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El Índice de Percepción de la Corrupción, presentado por TI, señala la lucha contra la corrupción en el sector público permaneció en 2023 estancada a nivel global por duodécimo año consecutivo. Hungría es el país europeo más corrupto y Nicaragua en Centroamérica
BERLÍN- De acuerdo con Transparencia Internacional, desde 2011, el promedio global del IPC se mantuvo sin variaciones en 43 puntos sobre 100, en tanto que más de dos tercios de los 180 países que fueron analizados obtuvieron en 2023 una puntuación por debajo a 50.
Tan solo 28 Estados lograron mejorar el año pasado en la percepción de sus niveles de corrupción, mientras que 34 empeoraron de manera “significativa”, según el informe.
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Así mismo, TI precisa que la correlación entre el estancamiento del IPC y el declive mundial en lo que se refiere al funcionamiento de los sistemas de justicia reflejan otros índices y atribuyéndolo al aumento del autoritarismo y, en los contextos democráticos, al debilitamiento de los mecanismos de control al Ejecutivo.
En opinión de François Valérian, presidente de TI, “la corrupción seguirá ganando terreno hasta que los sistemas de justicia puedan castigar los actos indebidos e imponer controles a los gobiernos”, y prosigue explicando que “cuando la justicia es algo que se puede comprar o interferir políticamente, quienes sufren son las personas”, por lo que Valérian exhortó a los líderes políticos a que garanticen la independencia de las instituciones anticorrupción.
PERCEPCIÓN DE LA CORRUPCIÓN EN EL MUNDO
Dinamarca repite como el país que tiene la menor percepción de corrupción con 90 puntos, le sigue Finlandia con 87 y Nueva Zelanda con 85; en tanto que en el extremo opuesto se ubican Somalia con 11, Venezuela, Siria y Sudán del Sur (todos ellos 13 puntos).
En lo que se refiere a los países que registraron los mayores movimientos descendentes en últimos nueve años, están Turquía con -11, Guatemala con -9, Gabón con -7) y Suecia con -7), no obstante a que esta nación continúa situándose entre los diez países con mejores valoraciones.
Por otra parte, desde 2014 Uzbekistán subió 15 puntos, mientras que Ucrania y Tanzania mejoraron su percepción en 10 y Costa de Marfil en 8.
“Estamos viendo un deterioro generalizado, un estancamiento generalizado en la lucha contra la corrupción a nivel global y regional. En gran medida esto se debe a un deterioro en la democracia en el mundo”, expresó a la Agencia de Noticias EFE Luciana Torchiaro, consejera regional para las Américas de TI.
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En su informe, TI atribuye esta situación en relación con la percepción de la corrupción como uno de los factores a la pandemia de COVID-19, debido a que la emergencia sanitaria posibilitó a muchos gobiernos a concentrar los poderes, y al mismo tiempo disminuyeron los niveles de transparencia, lo que supone un “bajón” que no se ha conseguido recuperar hasta ahora, según la Torchiaro.
A esta situación se suman fenómenos tales como las restricciones al espacio cívico por medio de limitar al acceso a la información, así como la libertad de prensa y de opinión, siendo estos “fundamentales” en la lucha contra la corrupción, concluye Torchiaro.
HUNGRÍA EL MÁS CORRUPTO EN LA UNIÓN EUROPEA
El informe dado a conocer hoy ubica a Hungría por segundo año consecutivo en la lista de países más corruptos de la Unión Europea (UE), por delante de Rumanía y Bulgaria.
De los 100 puntos del Índice de IPC, en donde el cero es el peor resultado, Hungría tiene 42 puntos, mismos que coinciden con los datos de 2022, le siguen por Bulgaria con 45 y Rumanía con 46.
“Hungría es el Estado comunitario más corrupto de la UE, mientras que sus resultados económicos son modestos”, confirmó József Péter Martin, director general de TI Hungría, al presentar el informe, según un comunicado de la organización.
Estos 42 puntos obtenidos por Hungría equivalen a los de China, Bahrein, Cuba, Moldavia, Trinidad y Tobago, así como Macedonia del Norte.
En opinión de Martin este resultado se deben a las leyes anticorrupción que el Gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán ha promovido con el objetivo de descongelar los fondos europeos “han sido tibias”, debido a que la meta del Ejecutivo era de tener acceso al dinero “y no la de restaurar el Estado de derecho o frenar la corrupción”.
NICARAGUA ES EL NÚMERO 1 EN CUANTO A LA PERCEPCIÓN DE LA CORRUPCIÓN EN CENTROAMÉRICA
El Índice de Percepción de la Corrupción de TI, sitúa a Nicaragua como el país más corrupto de Centroamérica y el segundo del continente americano, junto con Haití. Transparencia Internacional denunció la manipulación del Poder Judicial nicaragüense con el propósito de “consolidar la dictadura” en esa nación, gobernada desde 2007 por Daniel Ortega.
De acuerdo con este nuevo informe, Nicaragua sumó 17 puntos, al igual que Haití, y por encima de Venezuela con 13, con los que se ubica en el puesto más bajo de la lista de países americanos.
“Venezuela (13), Haití (17) y Nicaragua (17) presentan los puntajes más bajos, con un contexto de impunidad generalizada y ausencia total de independencia del Poder Judicial”, detalla TI.
Por otra parte, Transparencia Internacional precisa que en América Latina y el Caribe, debido a la falta de independencia y transparencia del Poder Judicial, posibilita la corrupción, así como la influencia indebida por parte de élites políticas y económicas.
En lo que se refiere a los casos de cooptación extrema de jueces y fiscales por parte de las élites políticas, como lo observado en Nicaragua, Guatemala con 23 puntos y El Salvador con 31, el Poder Judicial se convirtió en una herramienta para atacar tanto a jueces como fiscales honestos, sela TI.
“Recientemente, en los dos últimos países (Guatemala y El Salvador), el Poder Judicial se ha utilizado para manipular procesos electorales, poniendo en riesgo a la democracia y, en el caso de Nicaragua, se ha usado para consolidar la dictadura”, de acuerdo con Transparencia Internacional.
En consecuencia, a la sensación de impunidad y además de la incapacidad de jueces y fiscales para proceder con imparcialidad para garantizar juicios justos e igualdad ante la ley, se ve afectada la confianza pública en el Poder Judicial, alertó TI.
“Esto, a su vez, desalienta las denuncias, ya que la institución se percibe como corrupta, poco confiable e insegura. Los más afectados son los más pobres y los grupos vulnerables, como las mujeres, los pueblos indígenas, los afrodescendientes, las minorías sexuales y las personas migrantes. Estos grupos a menudo experimentan discriminación cuando intentan obtener justicia”, Asegura Transparencia Internacional.
“La falta de independencia del Poder Judicial en la región es uno de los principales problemas. Esto debilita el estado de derecho y promueve la impunidad de los poderosos y los criminales en perjuicio de las personas y del bien común”, concluye TI.
Por último, actualmente Nicaragua está atravesando una crisis política y social desde abril de 2018, que se acentuó después de las elecciones generales de noviembre de 2021, en las que el presidente Daniel Ortega fue reelegido para un quinto mandato, siendo su cuarto consecutivo y el segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales oponentes en prisión o en el exilio.
Con información de la Agencia EFE.