La maldición de Carlos III... los trágicos finales de los ex monarcas británicos con este nombre
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El nombre está ligado a ex monarcas que tuvieron finales trágicos y una reputación del todo cuestionada
Tras la muerte de su madre, la Reina Isabel II, Charles Philip Arthur George, se convirtió en monarca del Reino Unido a la edad de 73 años, eligiendo de entre sus 4 nombres el de Carlos III.
La historia de sus antecesores, monarcas británicos que llevaron este nombre, tuvieron finales trágicos lo que hace pensar en una maldición que persigue al nombre en la corona.
Carlos I de Inglaterra y de Escocia
La historia del primero de esos antepasados, Carlos I, también empieza con la muerte de una reina Isabel, la I de Inglaterra (1533-1603), quien no fue su madre, sino su prima lejana.
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Isabel I falleció sin dejar un heredero, y ante la escasez de candidatos, se decidió convertir en monarca a Jacobo VI de Escocia, que pasó a ser Jacobo I de Inglaterra; así los dos reinos se unificaron. Jacobo I fue sucedido por su hijo Carlos I de Inglaterra.
Este monarca, nacido en 1600 en la Casa de Estuardo, tuvo una historia turbulenta. Fue un niño físicamente débil, no pudo caminar solo hasta los tres años y medio y el desarrollo de su lenguaje fue lento (se dice que desarrolló tartamudez).
Al ser el segundo hijo varón en su familia, recibió el título de duque de York, que hoy ostenta Andrés, hermano de Carlos III. Su hermano mayor fue Enrique, príncipe de Gales, el heredero y considerado más apto para el trono. Pero este murió a los 18 años, dejando a Carlos, de 12, en su lugar.
Sus prospectos de matrimonio también fueron problemáticos, porque pretendió a jóvenes de la realeza que profesaban el catolicismo, mientras que en su país se había consolidado la iglesia anglicana. Las negociaciones para conseguir la mano de la infanta española María Ana fueron tan desastrosas que culminaron con la declaración de guerra a España.
Su siguiente opción fue la princesa Enriqueta María de Francia, con quien se casó a distancia en 1625. Ella no estuvo en la coronación en 1626, porque se negó a participar en una ceremonia protestante. Los esposos no lograron llevarse bien hasta la muerte del favorito de Carlos I, el duque de Buckingham, en 1628. El primero de sus nueve hijos nació en 1629.
Las decisiones de Carlos agitaron una y otra vez al parlamento y al pueblo en temas de religión, de economía y de guerra. El enfrentamiento entre los partidistas de la realeza y los parlamentarios dio lugar a la Guerra Civil Inglesa (1642-1651).
El rey fue apresado, juzgado y decapitado. La Corte Suprema de Justicia lo declaró un tirano y opositor de los derechos y libertades del pueblo.
Su ejecución fue pública, uno de los momentos más controversiales de la historia de la monarquía inglesa, como lo retrató Alejandro Dumas en la novela Veinte años después. En su momento, muchos vieron a Carlos I como un mártir , y otros interpretaron su muerte como un paso hacia el sistema constitucional, pues depusieron a alguien que creía en el derecho divino de los reyes, una doctrina política y religiosa que ponía a la divinidad incondicionalmente del lado de la corona.
Carlos II de Inglaterra
El hijo mayor de Carlos I nació en mayo de 1630 y llegó a destacar por su estatura de 1.88 metros de altura, su encanto e ingenio. Tras la ejecución de su padre, fue nombrado rey de Escocia como Carlos II en febrero de 1649, pero un año más tarde tuvo que huir a Francia tras la derrota que sufrió Escocia en la batalla de Dunbar en contra de Oliver Cromwell.
En 1662, contrajo matrimonio con Catalina de Braganza (1638-1705) y tuvieron tres hijos que murieron a los pocos años de nacer. Fuera de su matrimonio, Carlos tuvo muchas amantes llegando a tener 16 hijos ilegítimos. Además, fue apodado como Old Rowley, uno de los sementales favoritos de la realeza.
Conocido también como el Monarca Alegre, eligió vivir una vida ‘a lo grande’, escabulléndose con frecuencia en el yate The Royal Escape. En 1685 sufrió una apoplejía y murió 4 días después a los 54 años de edad. Fue enterrado en la Abadía de Westminster. Fue sucedido en el trono por su hermano menor, Jacobo II.