La siderúrgica más grande de Chile sucumbe ante acero chino; tras 74 años cierra sus puertas
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Creada en 1950, Huachipato decidió cerrar agobiada por la competencia del acero chino que inunda los mercados mundiales y que a Chile llega 40 por ciento más barato
Santiago. Huachipato, la mayor acería de Chile, apagó la madrugada del lunes su horno para poner fin a 74 años de operaciones, golpeada por la feroz competencia del acero importado desde China.
“Ha sido un final digno y emblemático de toda una era en la historia del acero chileno y queda el testimonio de que nuestros trabajadores nunca se rindieron”, dijo Jean-Paul Sauré, gerente general de Huachipato, al confirmar el apagado del Alto Horno Dos, donde se iniciaba el proceso para fabricar el acero no reciclado. También dejó de funcionar la colada, el proceso por medio del cual se solidifica y enfría el acero.
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El presidente del sindicato, Dos Fernando Orellana, aseveró que “Es un día negro y triste para todos los trabajadores de Huachipato”.
El cierre afecta a 2 mil 700 trabajadores -directos y contratistas asociados a la siderúrgica- y a otras 20 mil personas que se vinculan con esta empresa, uno de los principales motores económicos de la ciudad de Talcahuano, Región del Biobío (500 km al sur de Santiago).
Creada en 1950, la empresa decidió cerrar agobiada por la competencia del acero chino que inunda los mercados mundiales y que a Chile llega 40 por ciento más barato.
Huachipato intentó sobrevivir, exigiendo sobretasas a las importaciones chinas, las que le fueron entregadas por una Comisión Antidistorsiones que en abril pasado comprobó la competencia “desleal” asiática.
Pero la medida no fue suficiente para afrontar pérdidas por 700 millones de dólares acumuladas desde 2019.
“Es un difícil y triste momento para todos. Las condiciones del mercado mundial del acero nos obligan a tomar esta dura decisión, y tenemos la convicción de que hicimos todo lo posible por evitarlo, incluso soportando enormes pérdidas por muchos años”, sostuvo el gerente de la compañía.
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Huachipato, producía 800 mil toneladas de acero al año y abastecía principalmente a la minería. Era la única planta que elaboraba acero no reciclado en el país.
En las últimas dos décadas, China escaló su participación en el mercado mundial del acero desde 15 por ciento al 54 por ciento, según la Asociación Latinoamericana del Acero.
En América Latina, las importaciones crecieron en 2023, un récord de 44 por ciento, para superar los 10 millones de toneladas.
PLAN GRAU
Este lunes, se presentó un plan gubernamental de 32 puntos destinado a resarcir los daños e impulsar la economía de esa región, buscar la recontratación de los despedidos, acelerar la inversión pública y privada y recuperar la producción nacional de acero.
Conocido como “Plan Grau”, por el nombre del Ministro de Economía, Nicolás Grau, quien encabezó el equipo responsable de su elaboración, se propone mitigar el impacto inmediato de la clausura de la siderúrgica y recuperar el sector productivo a corto y mediano plazo.
No obstante, diversos involucrados en el problema criticaron la falta de medidas concretas de tipo financiero y la abundancia de generalizaciones sin una expresión en la práctica.
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EL CASO AHMSA, EN MÉXICO
El cierre de Huachipato guarda similitudes con la crisis que enfrenta Altos Hornos de México, la siderúrgica más grande de México.
Ambas empresas, pilares de sus respectivas industrias nacionales, han sucumbido ante la presión de la competencia desleal del acero chino, caracterizada por precios artificialmente bajos debido a subsidios gubernamentales y prácticas comerciales desleales.
Al igual que Huachipato, AHMSA ha visto mermada su capacidad productiva y ha enfrentado dificultades financieras significativas, lo que ha puesto en riesgo miles de empleos y ha tenido un impacto negativo en las economías regionales.
Con información de medios