Llaman asociaciones a atender crisis migratoria en la frontera de Coahuila-EU
de Saltillo tiene un flujo de hasta 40 personas diarias que reciben posada y comida
Ante el arribo de por lo menos tres mil migrantes haitianos desde el pasado jueves y viernes a la frontera de Coahuila con Estados Unidos, cerca de los puentes internacionales que comunican a Piedras Negras y Acuña, Coahuila, con Eagle Pass y Del Río, Texas, las asociaciones civiles lanzan un llamado a los tres órdenes de gobierno para atender la situación.
El encargado de la Casa del Migrante de Saltillo, José Luis Manzano, advirtió que podrían desencadenarse diversas situaciones de riesgo para los migrantes que permanecen aglomerados en los límites del país en cuestiones de salud y seguridad, debido a la gran concentración de personas.
Apuntó que, pese a que existen tres albergues en la Región, no sería humanamente posible brindar atención a la situación solo con la colaboración de las asociaciones civiles, como ha sucedido en los últimos meses a pesar de que el Gobierno de Coahuila cuenta con un plan de atención diseñado por instancias internacionales, para brindar apoyo a personas en situación de movilidad.
“No hay una visión clara de la protección de los Derechos Humanos y de los flujos migratorios en México, si bien Coahuila tiene un Plan Estatal de Derechos Humanos que apunta a la institucionalización de las prácticas, pero queda siempre en el papel. Este Plan tiene líneas y estrategias muy claras, porque además fue un documento que se construyó con apoyo de organismos internacionales, pero no se ha aplicado”, apuntó Manzano.
SE REDUCE FLUJO
Por otra parte, luego de que un grupo de migrantes abarrotara la Central de Autobuses de Saltillo en espera de viajar hacia Ciudad Acuña en busca de asilo político en los Estados Unidos, el flujo se redujo considerablemente según comentó uno de los trabajadores de la terminal.
Un recorrido realizado por VANGUARDIA verificó que la central lucía desahogada y con un número mínimo de solicitantes de viajes en autobús.
De acuerdo con los empleados, las personas originarias en su mayoría de Haití comenzaron a llegar a la Central solicitando corridas diarias hacia la frontera norte de México desde el miércoles 8 de septiembre, pero desde el viernes la afluencia logró ir a la baja.
“La situación era preocupante porque eran familias completas, viajan niños, adolescentes, jóvenes, bebés, con sus padres; permanecieron aquí, trasnocharon hasta que salían los viajes a la frontera, tiene desde el viernes que ya no han llegado grupos grandes de migrantes”, declaró una vendedora de las taquillas.
Por otro lado, sostuvieron que hubo preocupación en torno a las condiciones sanitarias de la Central de Autobuses dado que se temía que algunas personas migrantes resultaran positivas al contagio de COVID-19.