Menos recursos para enfermos mientras se privilegian fideicomisos militares
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El dinero público guardado en fideicomisos controlados por las secretarías de la Sedena y Semar aumentó 124 por ciento en solo tres meses, y al cierre de marzo de este año ya suma 134 mil 547 millones de pesos
Ciudad de México.- El Gobierno federal castigó el fondo para apoyar gastos médicos catastróficos en el país, pero no ha dejado de aportar montos millonarios para los fideicomisos militares, a pesar de que ha criticado la opacidad que implica esa figura.
El Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, que contempla, el financiamiento a los tratamientos de cáncer infantil, disponía el sexenio pasado de más de 10 mil millones de pesos en el marco del Seguro Popular.
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En el financiamiento a los tratamientos de cáncer infantil entre 2018 y 2021, por ejemplo, hubo una drástica caída. Mientras al inicio del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador se destinaron 300 millones de pesos, tres años después la inversión fue de 15 millones de pesos.
En la actual Administración, con el Insabi y el Fondo de Salud para el Bienestar, la inversión en el segundo trimestre de 2022, fue de 52 millones de pesos, según un análisis de México Evalúa, todavía inferior al inicio del Gobierno.
Por el contrario, el dinero público guardado en fideicomisos controlados por las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar) aumentó 124 por ciento en solo tres meses, y al cierre de marzo de este año ya suma 134 mil 547 millones de pesos.
En su informe trimestral, la Secretaría de Hacienda precisó que la Sedena ya tiene cinco fideicomisos con un monto total de 109 mil 330 millones de pesos.
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Al cierre de 2022, únicamente tenía en ellos 42 mil 600 millones.
El monto casi iguala su presupuesto anual para 2023, que es de 111 mil 911 millones de pesos.
La Marina, que antes no tenía fideicomisos, estrenó uno en 2022 y al cierre de marzo pasado, ya acumulaba 25 mil 217 millones de pesos, 43 por ciento más que al cierre de diciembre.
Los militares están aprovechando el decreto del presidente López Obrador, por el que se creó la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) bajo el control del Ejército y la Armada, con lo cual los autorizó a recibir fondos de los trámites aduaneros, que antes iban a un fideicomiso del SAT.
Pero el dinero de Aduanas es solo el principio. El Congreso aprobó la semana pasada una reforma a la Ley Federal de Derechos, por la que 80 por ciento del pago de los turistas extranjeros para entrar al país -unos 20 mil millones de pesos anuales- será destinado a un nuevo fideicomiso, controlado por la paraestatal militar Grupo Aeroportuario Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica.
Con el argumento de la opacidad, el Gobierno de la 4T extinguió fideicomisos, pero permitió el fortalecimiento de los controlados por las Fuerzas Armadas. Al cierre de marzo, sumaban 207 fideicomisos federales con 566 mil millones de pesos, de los que 23.7 por ciento es controlado por militares.
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El cáncer infantil y el de mama, los más afectados
De acuerdo con la organización, el cáncer de mama es el padecimiento que se ha visto más afectado, pues mientras en 2015 le asignaron 2 mil 260 millones de pesos, para 2021 solamente contó con 170 millones de pesos.
En 2012, el número de casos de cáncer de mama atendidos sumó 8 mil 300 y, en 2021, 2 mil 500.
Jorge Cano, investigador de México Evalúa, explicó que el cáncer infantil es la enfermedad que en porcentaje tuvo el mayor recorte, con un 97 por ciento.
En 2012, la inversión en este rubro fue de 504 millones pesos y, para 2021, fue de únicamente 15 millones de pesos.
En 2012, el número de casos de cáncer infantil atendidos fue de 2 mil 700 y, para 2021, la cifra llegó a solamente 300.
De acuerdo con Cano, con la creación del Insabi se hicieron cambios a la Ley General de Salud y a la Ley de Ingresos a la Federación, lo que ha permitido que los recursos que anteriormente se destinaban a la atención de males catastróficos, deriven hacia otros fines en materia de salud o no, pues cuando se transfieren a la Tesorería de la Federación no es posible conocer su destino.
“El primer cambio en la Ley General de Salud es que se instruyó darle 40 mil millones de pesos del Fonsabi hacia el Insabi para gasto corriente; ese gasto de 40 mil millones de pesos no se terminó de cumplir en 2020, que era cuando se tenía que hacer esa transferencia, aunque se dio la mayor parte, pero en 2021 y en 2022, todavía se estuvieron otorgando recursos hacia el Insabi a través de esta normativa”, refirió.
“El segundo cambio importante que hubo fue que se metió dentro la Ley General de Salud pasarle recursos hacia la Tesorería de la Federación cuando el saldo del Fonsabi fuera dos veces las transferencias aprobadas en 2020, que equivalen a 32 mil millones de pesos. Es decir, cuando hay un cierto monto de dinero en el Fonsabi se puede traspasar a la Tesorería de la Federación. Por eso siempre están mandando dinero (hacia el Fonsabi), para que exista un saldo superior y se pueda mandar hacia la Tesorería”.
El tercer cambio legislativo, dijo, está en la Ley de Ingresos de la Federación, en los artículos transitorios, y se establece que el Fonsabi va a mandar recursos hacia la Tesorería de la Federación a discreción de la Secretaría de Hacienda.
El investigador indicó que realizó sus análisis con base en reportes del Seguro Popular, la Auditoría Superior de la Federación y el propio Insabi.
Con información de Reforma