Mes del Orgullo: A siete años de Pulse, uno de los tiroteos más mortíferos de la historia de Estados Unidos
¿Por qué marcha la comunidad LGBTQIA+? Sucesos como el tiroteo de Pulse, en Florida, nos dan la respuesta
La madrugada del 12 de junio de 2016, Omar Mateen, de 29 años de edad, abrió fuego en las instalaciones de Pulse, uno de los clubes LGBTQIA+ más populares de Orlando, Florida, y cobró la vida de 49 personas, en su mayoría, latinas. En su momento, fue considerado el tiroteo más mortífero de la historia de los Estados Unidos, así como el crimen más violento en contra de la comunidad.
En su séptimo aniversario, millones de personas recuerdan a cada una de las víctimas, especialmente sus familiares, quienes recibieron aterradores mensajes de texto mientras el tiroteo continuaba activo.
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Ron DeSantis, gobernador de Florida, ordenó que la bandera de Estados Unidos y de Florida se ondee hasta media asta en todos los establecimientos y recintos gubernamentales, mientras, Joe Biden reconoció que ha sido un “acto sin sentido de violencia armada”.
“Es hora de que el Congreso haga reformas de sentido común para mantener seguras a nuestras comunidades. Los estadounidenses no merecen menos”, escribió en su cuenta de Twitter. Por otro lado, miembros de la comunidad LGBTQIA+ llevarán a cabo varias actividades para conmemorar a los 49 fallecidos.
Brandon J. Wolf, sobreviviente del tiroteo y ahora escritor, relató que correr a Florida en búsqueda de una aventura lo llevó hasta el Pulse, donde se sentía libre: “Había seguridad ahí. Dentro de esos muros, nosotros éramos normales”, dijo a TIME.
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Asimismo, señala que, en la actualidad, Florida se ha convertido en un sinónimo de constantes ataques a la comunidad LGBTQ, y a sus derechos. Desde censura de libros, hasta prohibiciones de salud a las personas transgénero.
“El gobernador Ron DeSantis y sus aliados de derecha han dado paso a una serie de políticas deshumanizantes diseñadas para construir carreras políticas a expensas de nuestras libertades civiles”, lamentó.
Wolf declaró que las leyes de DeSantis promueven una ideología “peligrosa” en contra de la comunidad LGBTQIA+: “Que somos un ‘contagio’ cuya ‘propagación’ sólo puede detenerse ejerciendo el poder del gobierno para censurarnos” y, así, volver a ese “armario improvisado”.
¿QUÉ PASÓ?
El Pulse se abrió paso en Florida, como uno de los establecimientos más “vibrantes” para la comunidad lésbico, gay, bisexual, trans y queer de la entidad, señala la enciclopedia Brittanica. Recuerdan que Pulse abrió sus puertas en 2009, y era popular por organizar diversos eventos. La noche del 12 de junio, realizaban la Noche Latina.
Alrededor de las 02:00 horas de la madrugada, la comunidad asistió al club, logrando reunir más de 300 personas, en su mayoría, latino-estadounidenses. En ese momento, Mateen ingresó al recinto y abrió fuego en contra de los presentes, enfrentándose con Adam Gruler, un oficial que se encargaba de la seguridad del lugar.
Enseguida, éste corrió de la escena para solicitar ayuda. Minutos después, elementos de la policía arribaron e hicieron lo posible para socorrer a las víctimas. Mientras, oficiales con entrenamiento en Armas y Tácticas Especiales (SWAT), entraron al Pulse e intercambiaron disparos con Mateen, quien ya había asesinado a más de una decena de personas, y herido a otras.
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Cuando el tirador aún se encontraba merodeando por el club, las víctimas enviaron mensajes de texto a sus amigos y familiares, pidiendo ayuda y despidiéndose de ellos. Otros, optaron por escribir su experiencia dentro de la escena en redes sociales. A su vez, Mateen llamó al 911 y se declaró un fiel seguidor del Estado Islámico.
Durante las investigaciones, autoridades recabaron que el joven tenía un historial con relación a grupos terroristas. Apenas en mayo de 2013, había sido declarado como una persona de interés por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), tras haberle revelado a sus compañeros de trabajo que tenía vínculos con al-Qaeda y Hezbolá.
Sin embargo, pese a una investigación de 10 meses, poco se pudo averiguar sobre Omar Mateen, y no había evidencia suficiente que probara su relación con dichos grupos. De hecho, cuando habló con las autoridades, el tirador reveló que había puesto varias bombas en el Pulse, y planeaba colocar chalecos con explosivos en algunos rehenes.
Nada de esto sucedió y, mientras Mateen hablaba con los negociadores por al menos 28 minutos, así como dedicarse a buscar noticias con la cobertura del tiroteo, e intercambiaba mensajes de texto con su esposa, decenas de personas se encontraban heridas, agonizando, y otras sin vida.
No fue hasta las 4:21 horas, cuando los agentes de policía y algunos clientes lograron retirar una unidad de aire acondicionado de la pared exterior, del lado de los vestidores del club, y permitió la salida de un largo grupo de personas. Luego, 40 minutos después, elementos realizaron detonaciones controladas en uno de los muros; los rehenes pudieron salir del edificio y Mateen murió en un enfrentamiento con una decena de policías.
EL MOTIVO
Aunque Mateen aseguró su lealtad a diversos grupos terroristas, el FBI no pudo corroborar relación alguna, y nadie lo había “mandado” a realizar el crimen de odio en contra de la comunidad LGBTQIA+; Mateen tenía una licencia estatal activa para el uso de armas de fuego, así como una licencia activa de oficial de seguridad.
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Las razones por las cuales Mateen tenía el permiso de usar un arma están rodeadas de especulaciones. Medios señalan que el joven, y también padre de familia, fue evaluado por un psicólogo fraudulento, y las pruebas utilizadas fueron cuestionadas por elementos de investigación.
En el proceso de dar con un motivo para llevar a cabo un crimen de tal magnitud, algunas personas intuyeron que Omar Mateen era homosexual; su padre, Mir Seddique Mateen, reiteró que su hijo no era gay, sin embargo, se molestaba con la presencia de personas LGBT.
Una de sus exesposas, insistió en que Omar recibía insultos homofóbicos por parte de su padre. Luego, su entonces esposa alimentó los rumores señalando que ella, y otros miembros de su familia, creían que Omar Mateen sí era un hombre gay, pero el FBI le pidió no contarle esta versión a los “medios estadounidenses”.
Pese a estos señalamientos, las investigaciones determinaron que el tiroteo en Pulse no fue, intencionalmente, un crimen de odio en contra de la comunidad LGBT, sino, un acto desmedido de ejercer violencia “en nombre” de su nación; el historial de búsqueda en el teléfono de Mateen confirmó que el hombre había buscado “clubes nocturnos en el centro de Orlando”, y escogió el Pulse por su escasa seguridad.
Durante el tiroteo, Omar Mateen dijo a los presentes que la agresión era un acto de represalia por el ataque aéreo que mató al militante Abu Waheeb, y a otros miembros de ISIS, un mes antes, asimismo, indicó a un negociador que le “pidiera” a Estados Unidos que detuviera el bombardeo en contra de su país.
