¿Por qué levantamos al niño Dios y le ponemos vestido?

La tradición de arropar al niño dios nació en los conventos en España durante los siglos XVI y XVII. Esta costumbre posteriormente fue traída con la conquista, así como el culto al niño Dios y todos los rituales que conlleva como acostarlo, levantarlo y vestirlo.

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¿PORQUE SE LE PONE UN VESTIDO?

Todo empieza desde la fecha de las posadas, donde el Niño es “acostado” en el pesebre sin ropa, simulando cuando Jesús nació. Posteriormente, durante el día de la Candelaria, el Niño Dios es levantado del pesebre y se le coloca la ropa que usará durante todo el año.

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Aunque actualmente existen indumentarias distintas -desde jugadores de fútbol, profesiones hasta otros santos famosos en la región - son vestidos de acuerdo al gusto de cada persona, cuando originalmente solo se le ponían lo que parece ser un vestido.

Esto porque al niño dios se le viste como si fuera rey, tradición que se remonta a los siglos XVI y XVII en España, cuando empezó a vestir a las figuras con esta característica ropa. Por lo que la hemos adoptado y macerado a nuestras costumbres mexicanas.

Durante estos siglos la infancia no era vista del mismo modo que la vemos ahora, por lo que no había la categorización de ropa “exclusivamente” para niños y niñas; los que llegaban a una edad considerada “mayor” utilizaban ropa muy similar a la de los adultos. A los bebes, independientemente de su sexo, se les vestía con ropones largos cubiertos por un delantal.

Del mismo modo que en la ropa para adulto, había una notable distinción de clases con la ropa de bebé, pues quienes tenían las condiciones vestían a sus bebés con delantales más ostentosos (que ahora nos parecerían vestidos).

Es por esto que la figura del niño dios al ser un bebé, empezó a usar ‘vestido’, que con el paso de los años, dependiendo de las regiones y las necesidades se ha ido modificando dejando a la fecha una gran variedad de atuendos a elegir.