¿Qué es y por qué es importante la reforestación?

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/ 1 octubre 2021

Reforestar es una actividad prioritaria para las sociedades, pues no solamente implica recuperar las zonas arboladas del planeta, sino garantizar la supervivencia de todas las especies que lo habitamos

También conocida como siembra de árboles, la reforestación tiene varios objetivos, como son la conservación, protección y restauración de las especies forestales. Además, los árboles y otras plantas son los encargados de limpiar el aire al absorber el CO2 de la atmósfera y transformarlo en oxígeno, imprescindible para la vida en nuestro planeta.

Reforestar es una actividad de gran importancia ya que es una forma de poder combatir los daños que se han provocado al medio ambiente debido al incremento desmedido de emisiones de CO2, que a su vez termina afectado el balance natural de los ecosistemas y la salud de las personas. Con estas acciones se logra preservar la fauna local ya que al sembrar árboles se recupera el hábitat de especies endémicas, se mejora la calidad del aire y ayuda a prevenir deslaves en zonas montañosas donde la superficie pierde tracción a causa de la erosión provocada por vientos y lluvias, siendo estas últimas las que en fechas recientes han sido cada vez más fuertes no solo en México, sino en el mundo.

En el caso particular de nuestro país, México cuenta con una gran riqueza de especies forestales que contribuyen a la conservación de los ecosistemas, sin embargo, últimamente éstas se han ido perdiendo debido a la deforestación. En el mundo, 12 mil años antes de la revolución agrícola había alrededor de 6 billones de árboles; actualmente solo queda la mitad; de ahí la importancia de plantar árboles.

Estrategias públicas y privadas para reforestar

En México existen algunos programas de reforestación, uno de ellos es “Sembrando Vida”, programa que ayuda no solo a la reforestación, sino también a la regeneración de las áreas quemadas y destruidas. El objetivo de este programa es reforestar poco más de un millón de hectáreas de terrenos deteriorados y cultivar más de mil millones de plantas para finales de 2021.

Un ejemplo a escala mundial es el que promueve la Organización de Naciones Unidas (ONU) a través del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Se trata de un mecanismo de capital semilla para financiar la restauración y reforestación de bosques en países en desarrollo, con un fondo inicial de 25 millones de euros.

De manera más particular, la reforestación ha sido prioridad para los gobiernos estatales. Hidalgo, por ejemplo, es una de las entidades con los mayores índices de reforestación. De esta forma, ha plantado, desde 2009, cerca de seis millones de ejemplares.

Otro de los programas es “Plantando el futuro”, en el que se tiene como meta reforestar 15 mil hectáreas con 15 millones de árboles, con especial atención en las áreas de captación ubicadas en las zonas altas del Estado de México. Tan sólo este año, se han plantado poco más de 3.5 millones de árboles en zonas aledañas al Nevado de Toluca, el Parque Izta-Popo y la Reserva de la Mariposa Monarca.

La reforestación también es una de las actividades de responsabilidad social que realizan diversas empresas, muchas de estas contribuyen al cuidado de nuestro planeta con campañas de reforestación, donaciones de árboles y plantas nativas de la región.

Con este tipo de acciones se busca sumar a todos los niveles de la sociedad para poder hacer frente al cambio climático y las consecuencias que esto conlleva para el planeta, así como nuestra propia especie. No solo debe ser responsabilidad de unos cuantos, ni tampoco de los gobiernos, si no debemos actuar todos como un solo frente.

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