¿Qué fue eso? Te explicamos qué son las luces en el cielo de CDMX durante temblor
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Estas cargas se juntan y salen disparadas desde la superficie, manifestándose en el aire en forma de descargas eléctricas y luz.
Durante la noche de este martes, en Ciudad de México y Estado de México, se sintió un fuerte sismo que tuvo epicentro a 11 kilómetros al suroeste de Acapulco con magnitud de 7.1 grados Richter. Sin embargo, en el cielo de las dos grandes urbes se podía observar un fenómeno no antes visto. La noche del Valle de México se iluminó con destellos color azul, que fueron captados por cientos de personas.
Según el reportaje “Bizarre Earthquake Lights Finally Explained” -“Las extrañas luces del terremoto finalmente explicadas”- de National Geographic de 2014 explica que este fenómeno es llamado triboluminiscencia.
Cuando las rocas de la corteza terrestre, como el basalto y el gabro, tienen pequeñas imperfecciones en sus cristales y se produce una onda sísmica que las golpea, se crea fricción que libera cargas eléctricas en las rocas.
Estas cargas se juntan y salen disparadas desde la superficie, manifestándose en el aire en forma de descargas eléctricas y luz.
Esta presencia de iluminación ocurre en menos del 0.5 por ciento de los terremotos en todo el mundo, los científicos explican que es un fenómeno relativamente raro.
De acuerdo con la Universidad de Rutgers de Estados Unidos, estudio publicado en 2017, los destellos son producidos por fallas geológicas de la Tierra, que genera cargas eléctricas reflejadas en el cielo. Los científicos también explican que estas luces solo se presentan en sismos con mayor magnitud a 5 grados Richter.
Los investigadores intentaron recrear el fenómeno en un laboratorio, con un modelo de terremoto a escala, tratando de imitar grietas en el suelo, así como el choque que realizan al momento de moverse, lo que produce los picos de voltaje de energía.
Nat Geo menciona que estos fenómenos son más comunes en Italia, Grecia, Francia, Alemania, China y partes de América del Sur; aunque también se ha observado en Japón y América del Norte, como lo ocurrido en Ciudad de México.