Reaparece la Reina del Pacífico... ¿Quién es Sandra Ávila Beltrán y por qué pasó 7 años en prisión?

Sandra Ávila Beltrán, quien es sobrina del legendario narcotraficante, Miguel Ángel Felix Gallardo, fundador del Cártel de Guadalajara y quien fuera sentenciada a 7 años de prisión por cargos por narcotráfico, reapareció en Tiktok, donde su cuenta supera los 30 mil seguidores.

Conocida como ‘La Reina del Pacífico’, reapareció a través de las plataformas Tiktok, Facebook e Instagram como @sandra_avilaoficial, para compartir detalles de su vida a 7 años de abandonar la prisión y saldar sus cuentas con la justicia por lavado de dinero y narcotráfico.

“Sí soy, para todas las personas que se preguntan si soy la verdadera, la real; sí”, dijo en una publicación haciendo referencia a que sus cuentas son oficiales.

En sus publicaciones, Ávila Beltrán comparte frases motivacionales y sus actividades cotidianas, algunas acompañadas de corridos que se escribieron en su honor como ‘Reina de Reinas’, canción de Los Tigres del Norte, durante su pasado criminal como narcotraficante.

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‘Muchas gracias por todas las personas que han tenido interés en mí, en mi página, esta es la oficial, las otras no son mías’ dice ‘La Reina del Pacífico’ quién también promete un live pronto.

Cabe señalar que sus cuentas fueron abiertas el pasado 27 de junio, pero fue hasta un Tiktok que compartió el 04 de julio que sus cuentas ganaron popularidad y visibilidad, superando ya los 30 mil seguidores.

¿Quién es Sandra Ávila Beltrán?

Sandra Ávila Beltrán fue una narcotraficante relacionada al Cártel de Sinaloa que pasó casi ocho años presa en EU y México por transportar toneladas de cocaína por la frontera entre ambos países.

No obstante, en la actualidad disfruta de una vida acomodada tras salir libre y recuperar su fortuna, la cual hizo por medio del tráfico de droga, con la ayuda de sus abogados.

“La Reina del Pacífico” inició en el mundo del narcotráfico y se dio a conocer bajo la tutela de los llamados “padres del narco en México”: José Quintero Payán, Miguel Ángel Félix Gallardo y Rafael Caro Quintero.

Sandra Ávila fue detenida en septiembre de 2007, a sus 47 años en la Ciudad de México junto con su pareja, el narcotraficante colombiano Juan Diego Espinosa alias el Tigre.

Fue hasta 2012 cuando fue extraditada a los Estados Unidos, en donde se preveía que la condenaran a cadena perpetua por la “gravedad de los delitos” que se le imputaban, pero al final fue declarada “no culpable” de narcotráfico y asociación delictiva, así que solo fue condenada por apoyar a grupos del narcotráfico.

La también sobrina de Miguel Ángel Félix Gallardo, alías el Jefe de Jefes, fue liberada en febrero de 2015, mientras que en enero de 2020 un tribunal federal ordenó levantar el aseguramiento de 8 cuentas bancarias, tras estimar que la mujer ya fue absuelta en México de todas las acusaciones de lavado de dinero, delincuencia organizada y narcotráfico.

La entonces Procuraduría General de la República (PGR) le fincó el cargo de delincuencia organizada. Según investigaciones en ese entonces el gobierno federal torturó a Paulo Espinosa, sobrino del Tigre, para involucrar a Ávila Beltrán en el caso del buque El Macial, incautado en 2001 en México con 9 toneladas de cocaína.

Tras ser acusada de vínculos con líderes del Cártel de Sinaloa, el Primer Tribunal Colegiado Penal en la Ciudad de México confirmó en forma definitiva el amparo concedido en primera instancia a la señalada.

Con los votos de los magistrados Horacio Armando Hernández Orozco, ponente del caso, y Juan José Olvera López, el tribunal resolvió que la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (Seido) debe desasegurar las cuentas y devolver el dinero a Ávila y, de ser el caso, sus respectivos rendimientos.

El único que manifestó su desacuerdo y votó en contra del proyecto de sentencia fue el magistrado Francisco Javier Sarabia Ascensión.

Las 8 cuentas de la Reina del Pacífico se reportaban en ese entonces en los bancos Santander, Banorte, HSBC y BBVA Bancomer. El saldo de dichos instrumentos financieros no se precisan en la versión pública de la sentencia judicial, por lo que ahora ya disfruta de su dinero.