San Fernando, Tamaulipas: la ‘zona de peligro migrante’ donde 500 haitianos fueron detenidos
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500 haitianos fueron retenidos en San Fernando-Matamoros, zona que ha sido peligrosa para migrantes
Se ha reportado la detención de un contingente de 500 personas de origen haitiano por parte de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y Guardia Nacional (GN) quienes viajaban en 15 camiones pasajeros, en el Kilómetro 139 a altura del retén militar “La Coma”.
Los migrantes, bajados de las unidades por no contar con los permisos legales de estadía, comenzaron a caminar sobre la carretera San Fernando-Matamoros con destino a Reynosa.
Cuando se llevaba a cabo la retención se vivieron momentos de tensión entre los elementos de INM y GN e inmigrantes, pero dejaron al grupo ante la presencia de mujeres embarazadas y niños que buscan llegar a la frontera con Estados Unidos.
Trasciende que algunos llegaron al municipio de San Fernando, donde pobladores les regalaron agua, comida y les ofrecieron llevarlos a su destino.
Mientras que el Gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca calificó que la migración es un “tema de seguridad nacional ... el problema que se puede generar con el movimiento de personas que se quedan en la frontera norte de nuestro estado”.
Por lo que hizo “un llamado al Instituto Nacional de Migración, una exigencia para que asuman su responsabilidad e impidan estos movimientos que traen serios problemas a los Estados y a los mismos migrantes”, ante la llegada de haitianos a Tamaulipas.
En redes sociales, internautas reprocharon las acciones de las autoridades migratorias al “dejar a su suerte” a las personas en la carretera, recordando los hechos ocurridos hace 11 años en la misma localidad que también involucraba personas de otra nacionalidad.
Once años atrás, el 22 y 23 de agosto de 2010 se presentó una de las masacres que ha marcado al movimiento migrante por México, fueron asesinados 72 personas que se trasladaban del centro y sur de América con rumbo a Estados Unidos por el grupo criminal conocido como “los zetas”.
El grupo, que originalmente comprendía de 76 personas, salieron de Veracruz el 21 de agosto con destino al vecino país y llegarían a algún poblado de Tamaulipas para descansar durante la noche; sin embargo, horas más tarde un convoy de tres vehículos interceptaron la unidad donde viajaban, fueron bajados con amenazas para ser trasladados.
En el ejido El Huizachal, a 22 kilómetros de la cabecera municipal, fueron encerrados en una construcción y se les era extorsionados con el fin de comunicarse con familiares que radican en EE. UU. para pagar un rescate; ante el rechazo, el grupo criminal les ofreció laborar con ellos, pero recibieron una respuesta negativa.
En ese momento, las 14 mujeres y 58 hombres de origen ecuatoriano, brasileño , hondureños, salvadoreños y guatemaltecos fueron amarrados en grupos de cuatro personas, con el fin de comenzar la masacre.
Todos estos detalles se conocen gracias al sobreviviente Freddy Lala Pomadilla, joven que salió de Ecuador para un mejor futuro en Estados Unidos; fingió estar muerto después de recibir una bala que no le quitó la vida, esperó a que los hombres armados salieran del lugar y caminar por cinco horas hacía la población más cerca, donde dio aviso a la Secretaría de Marina.
Solo se han consignado a ocho personas por la matanza que pertenecían al grupo delictivo, mismo que fueron aprehendidos en el momento del rescate de cuerpos ante un enfrentamiento armado. A octubre de 2010 se habían reconocido 50 de los 72 cuerpos.
Entre las actualizaciones del caso, la organización Fundación para la Justicia apoya a 11 familias de las 72 víctimas e interpusieron una denuncia por “impunidad” por parte de las autoridades mexicanas y de los países centroamericanos. Expresó que en la FGR “no hay capacidades para dar respuesta ni a esta ni a otras masacres, que se cuente con el apoyo de la ONU, y se forme esa comisión al interior de la FGR para investigar todas las masacres son cinco masacres de migrantes”.
Entre los hechos criminales contra migrantes que se viven en México resaltan las 49 víctimas de la carretera Monterrey-Reynosa en Cadereyta, Nuevo León; 16 cuerpos encontrados en Güémez, Tamaulipas; las casi 47 fosas clandestinas encontradas en San Fernando, Tamaulipas; y los 19 cadáveres calcinados encontrados en el ejido Santa Anita en Camargo, Tamaulipas.