Texas enfrenta crisis de agua y se declara ‘a merced de México’; captación de lluvia podría ser parte de la solución

El estado de Texas enfrenta una crisis de agua sin precedentes que podría tener efectos devastadores en su economía agrícola, particularmente en el sur. El comisionado de Agricultura de Texas, Sid Miller, ha emitido una alarmante advertencia sobre la escasez de agua en la región, señalando que la falta de recursos hídricos está afectando gravemente a los agricultores, con el cierre de aproximadamente una granja por semana. La situación se agrava aún más debido a la dependencia del agua que debe ser suministrada por México en virtud de un tratado firmado en 1944.

En un artículo publicado en el Rio Grande Guardian, Sid Miller subrayó que Texas se encuentra “a merced de México” debido al Tratado de Aguas de 1944, que establece que el país vecino debe entregar agua a los Estados Unidos a través del río Bravo (Río Grande).

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Según Miller, México le debe al estado de Texas 1,100 millones de metros cúbicos de agua, pero no ha cumplido con esta obligación. “México ha demostrado que no se puede confiar en ellos como socios fiables”, afirmó Miller, aludiendo a la falta de cooperación por parte del gobierno mexicano en los últimos años.

SID MILLER SEÑALA MEDIDAS PARA ENFRENTAR CRISIS DE AGUA EN TEXAS

Miller ha señalado que los sistemas de riego en Texas son algunos de los más antiguos de Estados Unidos, lo que ha resultado en pérdidas masivas de agua.

“Nuestros sistemas de riego en Texas están entre los más antiguos del país y hace tiempo que deberían haberse modernizado”, informó. “El año pasado, los sistemas obsoletos hicieron que seis grandes ciudades perdieran la asombrosa cantidad de 88 mil millones de galones de agua, lo que nos costó millones y puso una gran presión sobre nuestro suministro ya limitado”.

A pesar de la difícil situación, Miller cree que Texas tiene los medios y la tecnología para superar la crisis sin depender exclusivamente de México. En su opinión, es necesario aplicar una serie de medidas para gestionar mejor el uso del agua en el estado.

“La conclusión es la siguiente: los texanos tienen los conocimientos, la tecnología, el coraje y la financiación para garantizar el futuro de nuestro agua”, añadió. “Pero debemos dejar de quejarnos, ponernos a trabajar y actuar”. Entre estas soluciones, Miller propuso que los texanos comiencen a captar su propia agua de lluvia, una práctica que podría aliviar la presión sobre los sistemas de riego actuales.

Además, destacó la necesidad de reutilizar el agua tratada, una opción que ya se ha implementado con éxito en algunas partes del país, así como la modernización de los sistemas de distribución de agua.

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VALLE DEL RÍO GRANDE PIERDE CULTIVOS A CAUSA DE LA FALTA DE AGUA

Uno de los puntos más afectados por la crisis hídrica es el Valle del Río Grande, una región en el sur de Texas que depende en gran medida del Río Grande para el riego de cultivos. En su aparición en el programa “Inside Texas Politics”, Miller subrayó que la falta de agua ha llevado al cierre de granjas y otros negocios agrícolas clave en la región.

Entre los casos más emblemáticos, el último ingenio azucarero en McAllen cerró debido a la falta de agua, poniendo fin a una industria que llevaba décadas en funcionamiento y causando pérdidas económicas significativas. Según estimaciones, el Valle del Río Grande podría perder cerca de 500 millones de dólares en producción agrícola este año si la situación no mejora.

Miller también hizo hincapié en que la crisis no solo afectará a los agricultores, sino que podría tener un impacto económico más amplio, afectando los precios de productos básicos como alimentos y gasolina.

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CIERRAN DISTRITO ESCOLAR EN TEXAS DEBIDO A ‘AGUA ESPUMOSA’

El deterioro del suministro de agua también ha tenido repercusiones en otras áreas. La semana pasada, un distrito escolar de Texas se vio obligado a cerrar temporalmente sus puertas debido a la presencia de un “agente espumante” en un suministro de agua cercano. Aunque las autoridades locales, incluido el alcalde de Grand Prairie, Ron Jensen, aseguraron que la espuma no era tóxica ni causaría irritación en la piel o los ojos, la medida se tomó como precaución.

Ante la gravedad de la crisis, Miller hizo un llamado urgente a los legisladores y a las autoridades para que actualicen el plan estatal de agua, argumentando que el actual se ha quedado obsoleto frente al rápido crecimiento poblacional de Texas, las sequías recurrentes y la falta de lluvias.

El comisionado destacó la importancia de aumentar la capacidad de almacenamiento de agua en el estado y de modernizar la infraestructura para evitar pérdidas innecesarias. Además, instó a los ciudadanos a ser más conscientes del uso del agua y a apoyar políticas que fomenten su conservación.

El futuro del agua en Texas dependerá de la capacidad del estado para implementar estas soluciones de manera eficaz, modernizar su infraestructura y desarrollar un plan de gestión hídrica que esté a la altura de los desafíos actuales.