Agua y ciudad: Recurso clave para la vida y el desarrollo

Para muchas personas −y no están equivocadas− el agua es el recurso más preciado con el que cuenta la humanidad. Pero esto no sólo deriva de la posibilidad de su consumo, que es vital para todas las funciones orgánicas del cuerpo humano.

Es también invaluable porque prácticamente todas las actividades humanas, de una u otra manera, dependen de este líquido para poder llevarse a cabo. La variedad de tales actividades es tan grande que enlistarlas sería una tarea interminable.

Vale la pena, sin embargo, mencionar algunas de las que guardan la mayor relevancia para nuestras ciudades. Esto, con el fin de recordar el porqué es indispensable en nuestras actividades cotidianas, ejercicio de consciencia urbana siempre necesario.

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La primera, y tal vez la más importante, consiste en el uso sanitario. La posibilidad de higienizar utensilios, ropa, alimentos, entre otros, da a las ciudades la capacidad de prevenir enfermedades que, sin control, pueden derivar fácilmente en epidemias.

El manejo de residuos biológicos mediante sistemas de drenaje ayuda a evitar que este tipo de desechos, al descomponerse y volatilizarse, entren fácilmente en contacto con alimentos o, incluso, lleguen directamente a boca o nariz, con el riesgo que esto supone.

La preparación de alimentos es otra de las actividades en las que el agua juega un papel de gran importancia. Los usos son tanto directos como indirectos. Directos, como en la preparación de agua saborizada, e indirecto, como en el cocimiento a vapor de tamales.

El riego de áreas verdes y jardines urbanos es otra de relevancia. Si bien la arborización urbana precisa de un uso inteligente a partir de las compatibilidades climáticas y territoriales con las especies que se usan, su supervivencia dependerá del riego.

Este tema es de particular cuidado en lugares donde la disponibilidad de agua es limitada, así como aquellos en los que las condiciones climáticas provocan la rápida evaporación del agua, como es el caso de la mayor parte de las ciudades en Coahuila.

Una selección adecuada de especies para dotación urbana de elementos verdes ornamentales es posible, aun en el semidesierto. En este sentido es necesario atender las alternativas que plantean especialistas, como es el caso del Museo del Desierto.

Otra de las actividades es el abastecimiento para fuentes, espejos de agua y lagos artificiales. Habrá quien piense que se podría prescindir de ellos, sin embargo, el valor que tienen en el paisaje urbano es realmente importante.

Existen algunos de estos que se abastecen de manera natural y otros que lo hacen de manera artificial. En el primer caso se encuentra, por ejemplo, el lago de la Unidad Deportiva de Camporredondo, a un lado del campus universitario del mismo nombre.

Entre los que se abastecen de manera artificial está el lago de la Alameda de Saltillo, que cuenta con un pozo justo a un lado, con el que se abastecen también las pipas del Ayuntamiento que se dedican al riego de espacios públicos.

Las actividades recreativas asociadas al agua también son de relevancia urbana. Si bien los parques acuáticos no tienen presencia importante en la Ciudad, el uso en albercas es común, tanto en las privadas como en las que se encuentran abiertas al público.

También se cuenta entre los usos el terapéutico. Existen centros de rehabilitación física que utilizan albercas especialmente equipadas para personas que se recuperan de accidentes o de problemas de movilidad derivados de otras circunstancias.

Igualmente, el uso de agua caliente y vapor para fines médicos, tanto en la medicina alópata como en la medicina tradicional. El caso de los temazcales es tal vez uno de los más difundidos por sus probados beneficios en las personas que los usan.

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Una de enorme trascendencia es el uso en el control de incendios. Si bien existe también la posibilidad de controlar conflagraciones con polvos químicos y gases inhibidores de combustión, el agua sigue siendo el principal insumo para la labor de las y los bomberos.

La disponibilidad de agua para este fin no se limita sólo a los carrotanques con los que el Cuerpo de Bomberos atiende los llamados. También existe una red urbana de hidrantes ubicada en edificios que presentan el riesgo de conflagraciones de gran magnitud.

Ser conscientes de las múltiples y necesarias aplicaciones del agua en entornos urbanos es vital para darle la real importancia que guarda en hacer viable la vida humana como la conocemos. Una ciudad consciente del valor del agua tiene garantizado un futuro posible.

jruiz@imaginemoscs.org