Block de Notas (66): ¿Vivir eternamente?
Es una idea viva que la humanidad toda ha tenido en su momento y siempre. Es decir, nuestra naturaleza y llamado es vivir, no ir a la muerte. Y para bien vivir es necesario ir al retrete
Algo personal: en Monterrey, ciudad a la cual amo y detesto a partes iguales, salgo desde años (con altas y bajas, pues) con la Güera Caramelo. Así se llama. Bueno, así la he bautizado, y el nombre le va de maravilla. Ella debe de tener 34 años (con las mujeres nunca se sabe de verdad su edad. De hecho, lo único que debe tener edad y años son los vinos y los quesos); yo tengo 60 años y muy raspados, por cierto.
Hace poco, dos semanas o un poco más, ocurrió una tragedia en la familia de la Güera Caramelo: murió uno de sus hermanos mayores, de apenas 40 y tantos años el varón. Pues sí, una tragedia que se pudo haber evitado. Me explico rápido: el tipo tenía mucho tiempo batallando para ir al retrete a cagar y orinar como Dios manda. La Güera me lo platicaba, decía su hermano iba una y otra vez al Seguro, donde lo medicaban, pero su salud se deterioraba rápidamente.
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Temporadas duraba internado. Ya muy maltratado. A lo cual este escritor le decía siempre a la señorita: “Dile que deje de comer”. No pocas veces me gané insultos. “Por no comer, nadie se muere”, le contestaba yo. Me volvía a insultar. Y este problema digestivo y de grave salud física (no ir al retrete) lo he platicado antes y recurrentemente en este generoso espacio, es un mal apocalíptico y ubicuo. La Güera misma lo padece. Y ahora sí anda asustada. Y usted, si ha seguido esta saga de textos, así iniciamos e indicamos una disertación, larga disertación, sobre el retrete, los excrementos y la orina de los humanos.
Todo lo que entra debe de salir. De una forma u otra, señor lector. Hay que ir al retrete a la deposición, hay que ir al trono diariamente. Lugar igualitario para el siervo y el monarca. El presidente de Estado o la servidumbre. Lo mismo para el filósofo o el guerrero. Lea usted la meditación 19 del gran Marco Aurelio en su libro: “Mira qué vienen a ser los hombres cuando comen, cuando duermen, cuando cumplen acceso, cuando se encogen para la deposición o cuando ejecutan otras funciones de esta índole. Observa luego lo que son dándose aires de importancia, engriéndose, encolerizándose, humillando a los otros con su superioridad... ¡A qué vendrán a reducirse muy en breve!”.
Genial Marco Aurelio. Todos somos el mismo cadáver andante en el retrete. Ir a cagar y mear no es cosa baladí. Es justo lo contrario, es de las acciones más importantes para segur viviendo. ¿Vivir eternamente? Es un “pensamiento espantoso”, lo escribió el filósofo George Steiner en su momento. Pero es una idea viva que la humanidad toda ha tenido en su momento y siempre. Es decir, nuestra naturaleza y llamado es vivir, no ir a la muerte. Y para bien vivir es necesario ir a cagar y mear. El hermano de la Güera ya descansa. Joven, muy joven, pero jamás dejó de comer...
Nota 1: No pocos comentarios recibo siempre de usted, quien me hace favor de leer estas letras y hacerlas suyas, cuando regreso una y otra vez a los temas aquí perfilados: los suicidios, los bellacos en motos miniatura, el embarazo de las adolescentes −no pocas veces, de plano niñas− (y es que, usted lo sabe, no hay mayor placer al sexo: es rico y placentero... y gratuito), la gentrificación de las ciudades, la falta de espacios urbanos para la cultura... en fin. Gracias por todos sus comentarios.
ESQUINA-BAJAN
Nota 2: Pero hay un tema del cual nadie escapa, y usted recuerda mis dos muletillas al respecto desde hace años: los avisos de un semáforo amarillo y luego, de plano, un semáforo rojo que advirtieron −y desde 2010, recuerdo− sobre la sevicia y brutalidad (peor que animales) en la muerte de seres humanos por parte de los miembros de los diversos cárteles del crimen organizado. No sólo el de las drogas.
Nota 3: Lo repito, la verdad, digámoslo lisa y llanamente: somos un país bárbaro, primitivo; no de humanos, sino de fieras carniceras. ¿Cuándo se jodió México? Pues tal vez desde su mismo nacimiento. Primero, con los rituales sanguinarios de los aztecas, los cuales se comían el corazón de sus víctimas y enemigos. No es una leyenda negra, eso pasaba. Luego con la llegada de los bárbaros españoles, los cuales trajeron por igual la cruz y la espada. Hasta llegar al día de hoy, con los cárteles de criminales, los cuales ya son dueños de casi todo el país.
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Nota 4: ¿“Día de Muertos”? Es celebrar la muerte y no la vida. Por lo anterior, un periodista norteamericano, John Kenneth Turner (1879-1948), al venir a realizar reportajes sobre México y al publicarlos en “American Magazine”, logra documentar profusamente el preámbulo de lo que llegaría a ser en pocos años el inicio de la Revolución.
Nota 5: En una de tantas apreciaciones del reportero en una hacienda en Oaxaca, cuenta lo siguiente de cuando hace una pregunta a un capataz negro y español: “¿Qué si devuelven los golpes? No, si son listos. Si quieren pelear puedo satisfacerlos. Los hombres que pelean conmigo no vienen a trabajar al día siguiente. Sí, necesitan el palo. Más vale matar a un hombre flojo que alimentarlo”. México ayer y hoy.
LETRAS MINÚSCULAS
¿Golpear a los esclavos mexicanos? Al día de hoy se sigue haciendo. Ya no lo hacen los españoles, ahora son los propios mexicanos sobre mexicanos. Julio César Chávez Jr. (investigación de la FGR, 5 de julio) detenido en EU (2 de julio), golpeaba como sacos de box a narcos del CDS por orden de Ernesto Pérez Salas, alias “El Nini”.