Coahuila: El ‘pastel presupuestal’ sigue siendo mal repartido

Uno de los reclamos más viejos que en México se han expuesto, desde los gobiernos municipales y estatales, es el relativo a la injusta distribución de los recursos que los contribuyentes aportamos para financiar el gasto público. Se trata también, sin embargo, de un reclamo históricamente ignorado en favor del modelo centralista prevaleciente, modelo que, lejos de haber sido desmontado, está siendo fortalecido.

Porque, lejos de atender el reclamo de municipios y gobiernos estatales en el sentido de modificar la fórmula actual con la cual se distribuyen los recursos, el Gobierno de la República incluso le escamotea a las entidades federativas el dinero que le ha sido aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación. Y el fenómeno lleva ya varios años registrándose.

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Los medios de comunicación hemos consignado reiteradamente el hecho: cada año, miles de millones de pesos que deberían llegar a las arcas de los estados simplemente no llegan y nadie parece encontrar en ello una anomalía que debiera corregirse.

Sin embargo, no porque se trate de una conducta reiterada debe dejar de señalarse y, por ello, el reporte que publicamos en esta edición consigna la enésima ocasión en la cual el Gobierno Federal incurre en la irregularidad de escamotearle dinero a Coahuila.

De acuerdo con las cifras contenidas en el más reciente reporte del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), de la Cámara de Diputados, durante los primeros 11 meses del año pasado a nuestra entidad se le “retuvieron” casi mil 200 millones de pesos en participaciones y aportaciones federales que estaban programadas en el Presupuesto de Egresos.

Conviene aquí hacer una precisión relevante: no estamos ante un problema de falta de recursos por parte del Gobierno de la República, pues repetidamente la Federación ha informado que ha logrado recaudar más dinero del que se tenía previsto en la Ley de Ingresos. El 2024 no fue la excepción, según la propia presidenta Claudia Sheinbaum lo presumió en los últimos días del año.

En otras palabras, la Federación ha tenido más dinero del que originalmente se previó que recaudara pero, a pesar de ello, ha decidido incumplir con la obligación que le impone el mandato del Poder Legislativo, único órgano facultado para definir el presupuesto nacional.

¿Por qué se ha vuelto una conducta reiterada el que le escamoteen recursos a las entidades del país? La respuesta de fondo es una que se ha repetido con insistencia en los últimos años en México: porque la división de poderes, base de cualquier arreglo democrático deseable en un país, se ha venido diluyendo de forma intencionada en México.

Una respuesta más puntual, sin embargo, es la que implica a nuestros representantes legislativos, quienes debieran defender los intereses de Coahuila en el Congreso de la Unión pero, casi en su totalidad, se encuentran más ocupados en agradar al poder centralizado o en promoverse personalmente para hipotéticos cargos futuros.