Coahuila: Gobiernos electos en transición, una oportunidad para planear y reflexionar
COMPARTIR
El principio constitucional irrenunciable del Municipio Libre está consagrado en el artículo 115 de la Constitución. En esta época, es indispensable creer y ejercer la libertad del orden de gobierno más cercano a la ciudadanía, frente al siempre hambriento poder estatal y federal.
Los alcaldes electos de Coahuila llevan cuatro meses en la “sala de espera”, y les faltan tres más para tomar las riendas de sus respectivos ayuntamientos. Los siete meses que median entre los comicios y la ocupación del cargo pueden parecer muchos, pero en realidad son una gran oportunidad para planear con calma, con la certeza de que, en cierta fecha, arrancará su gobierno.
TE PUEDE INTERESAR: PresidentA: Sheinbaum y los retos de la autonomía frente a AMLO
1. Los alcaldes electos pueden darse el lujo de escoger a sus equipos con toda la calma y tranquilidad del mundo. Estudiar y comparar perfiles para quedarse con los mejores.
2. Estos futuros funcionarios, junto con el alcalde, tienen tiempo para establecer sus objetivos globales y los resultados clave que pretenden alcanzar durante su ejercicio.
3. Es tiempo propicio para entender el entramado legal y administrativo al que van a enfrentarse. Muchos de ellos no cuentan con la experiencia.
4. Es también una oportunidad única para cortejar y preparar a regidores y síndicos para encaminarlos hacia el trabajo porvenir y propiciar una relación armónica con el equipo ejecutivo que tomará las riendas de la administración.
5. Durante la transición, el alcalde y su equipo pueden desplegar jornadas de formación e integración. Deben entender a fondo lo que es el gobierno en sus niveles municipal, estatal y federal.
6. A partir de esta comprensión, los futuros funcionarios pueden armar sus equipos, conocer a aquellos que, por ley, permanecerán en sus puestos y a los que se sumarán al equipo, por decisión política.
7. En este proceso es indispensable definir los procesos de cada una de las áreas de gobierno. La administración gubernamental suele ser repetitiva y rutinaria, requiere de claridad y orden; pero también es política y, por tanto, debe darse juego a todos los actores, respetando siempre el liderazgo del alcalde.
8. No importa si se creen el último buche de agua en el desierto, pasada la elección, deben entender que todos los errores ya se han cometido, incluso los que ellos y quienes vengan después de ellos habrán de cometer.
9. Si bien durarán en el cargo seis años, o cuando menos tres, deben tener muy claro que la vida continuará después de su paso por el gobierno, asunto que suele olvidarse durante el gobierno.
10. Nada de lo anteriormente dicho sirve para nada si no entienden que el pueblo, al que habrán de gobernar, es una sociedad compleja, con problemas muy diversos, en tanto que el presupuesto disponible y las capacidades son harto limitadas. Habrá que priorizar.
TE PUEDE INTERESAR: POLITICÓN: Lo bueno y las dudas en torno al equipo de Javier Díaz
Los alcaldes electos de Coahuila tienen la oportunidad de hacer historia, todo el que llegue a gobernar su municipio, tiene esa oportunidad. Algunos, la mayoría, perderán esa oportunidad endosando su mandato al Gobierno del Estado, siguiendo el libreto del PRI. Otros tendrán la oportunidad de hacer historia con la libertad que les otorga el mandato popular y el 115 constitucional.
En todo caso, estos tiempos de transición son la oportunidad para que el Alcalde electo sepa que es la misma persona antes, durante y después de la elección, que seguirá siendo el mismo antes y después de rendir protesta; y que sucederá igual cuando abandone el cargo. En ese acto no existen poderes sobrehumanos que se apoderen de su persona. No serán superhombres ni mujeres maravilla, aunque los saluden en cada esquina. Lo único que se apodera de ellos son las responsabilidades legales que asumirán a partir del primer minuto del 1 de enero de 2025. Y para ello hay que prepararse.