Coalición: La convicción partidista y la aptitud para servir
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Coalición significa confluencia de diversidades con un denominador común.
Se pone en juego un respeto por lo diferente, en la peculiar convicción partidista y se sirve desde la auténtica aptitud, buscando el bien común. Es una ensalada en que se agradecen todos los sabores siempre que el resultado sea sabrosura para el paladar y buena nutrición para el organismo.
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Es la síntesis después de todas las pugnas entre tesis y antítesis. Es la imitación del foco eléctrico en que es la diversidad de los polos la que produce una unión luminosa.
En una coalición se reconoce la aptitud del adversario a quien se ve ya como colaborador y se supone buena voluntad, en actitud de servicio y búsqueda de lo mejor para todos. No se busca la ventaja inmediata parcializada, sino se aporta lo valioso para ir aceptando y cediendo y así llegar al mejor resultado para la comunidad ciudadana a la que todos sirven.
GENTIL CABALLEROSIDAD
Es un ambiente para vivir la caballerosidad.
Pueden chocar las ideas, pero no las personas. No hay menosprecio para el diferente ni se tienen para él calificativos de desprecio o condenación. Se acaba eso de los buenos acá y los malos allá. Acá los fieles y allá los traidores.
En la coalición crece y se purifica la madurez política. Quedan abajo las turbulencias de los nubarrones egolátricos. Todos, con sus diferencias, se han elevado a un nivel de serenidad, de sabiduría, de virtud política libre de ambiciones individualistas.
Cualquier brote de politiquería queda sofocado por el sano discernimiento político que recuerda los ideales ante cualquier tendencia perturbadora. Con respeto a la persona se corrige la conducta y así aumenta el aprendizaje y la experiencia para evitar reincidencias.
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NO SE ADMITEN MENORES DE EDAD
Se ha hecho un mundo para adultos.
Muchos niños y niñas se sienten incómodos, molestados, descuidados y olvidados. Violencias físicas y psicológicas, acosos, discriminaciones, faltas de respeto producen en ellos baja estima de sí mismos. Aparecen como víctimas en ambientes familiares y aun escolares.
La maravilla de su infancia encantadora llena de sencillez y de afectos sinceros, su limpieza de corazón y su espontaneidad gozosa se nublan en ambientes demasiado adultos que los hacen no entender y no caber.
Muchos se refugian en las pantallas de sus celulares en que encuentran juegos, animaciones y también chateos: amigables unos y peligrosos otros.
Todas las comunidades familiares y educativas han de proporcionar ambientes de alegría y sana libertad en que puedan jugar, encontrarse, regocijarse con aprendizajes constantes de gran utilidad.
Su formación en humanidad y valores de fe les facilitarán un desarrollo equilibrado, sano y feliz.
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NO DEJAR ENTRAR
“Esto es como el anzuelo”, dice Demetrio, “entra fácil; pero después no quiere salir”. Se refiere a su drogadicción. “Pero ahora estás en el albergue”, le comenta Pepe,” ahí te están ayudando mucho”. “Si es cierto, Pepe, ahí cantamos, rezamos y oímos pláticas con videos. Tenemos juegos de mesa y jugamos voli y basket. Algunos salimos a conseguir donativos. Y nos sentimos mejor del cuerpo y del alma”. Ya está listo Deme para dar su testimonio en esa capilla. Después le compra la gente las galletas que vende para el sostenimiento del albergue...