Cómo se dilapidaron los recursos que pudieron resolver dos crisis en Saltillo

Opinión
/ 9 junio 2025

Desde al menos el año 2011, el grupo político que ha gobernado Saltillo, alternando entre el PRI y el PAN, tenía plenamente claro que el transporte público de la ciudad enfrentaba una crisis profunda que exigía reformas urgentes y una inversión millonaria. Sin embargo, ni las reformas ni las inversiones se hicieron, provocando que hoy el servicio sea más deficiente que nunca y esté atrapado en un círculo vicioso: peor servicio, menos usuarios, menos ingresos para los concesionarios, menor inversión, y así sucesivamente.

La crisis del transporte público no solo afecta a quienes lo utilizan diariamente, sino que impacta a toda la ciudad. Al volverse ineficiente e inseguro, muchas personas se ven obligadas a optar por vehículos particulares, frecuentemente viejos, contaminantes y peligrosos. Esto genera congestión vehicular creciente, aumento de la contaminación ambiental y afectaciones directas a la salud y economía local.

TE PUEDE INTERESAR: Saltillo frente a tres problemas que hacen crisis al mismo tiempo

Utilizando una metodología del Banco Mundial, próximamente mostraré cómo Saltillo ha perdido varias veces más recursos en productividad debido al tiempo perdido en el tráfico del que hubiera costado resolver el problema en el momento oportuno. Ya desde 2011 se hablaba de una inversión necesaria de alrededor de 400 millones de pesos anuales durante tres años (aproximadamente 2 mil millones en pesos actuales), pero no se realizó.

En otro tema, hace algunas semanas, el gerente general de Aguas de Saltillo alertó sobre una inminente crisis hídrica que requiere inversiones por entre 3 y 4 mil millones de pesos para garantizar el abasto de agua potable en la ciudad, en una región que enfrenta graves limitaciones hídricas desde hace décadas.

¿Son excesivas estas inversiones? Definitivamente no, considerando los recursos que el gobierno estatal ha dilapidado en gastos improductivos. En los últimos años, dos rubros en particular sobresalen como ejemplos de una gestión deficiente y abusiva del presupuesto estatal: el gasto en publicidad gubernamental y la compra y distribución de despensas.

Entre 2016 y 2025, el gobierno de Coahuila habrá gastado en publicidad un total escandaloso de 9 mil 470 millones de pesos (ajustado a abril de 2025). Además, en el periodo de 2012 a 2025, se habrán destinado 10 mil 295 millones de pesos a ¡compra de despensas!, muchas adquiridas a sobreprecio y entregadas como mecanismo de control político y electoral a través de lideresas del PRI.

Es inaceptable que se desatiendan dos problemas críticos para la ciudad de Saltillo mientras se derrochan miles de millones en rubros improductivos que solo benefician intereses partidistas y electorales. En una próxima entrega, mostraré también cómo los recursos municipales tienen un destino semejante: improductivo, partidista e irresponsable. La ciudad no aguanta más.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM
TEMAS