Con prudencia y sin perder la verticalidad, el gobernador despresurizó el ambiente provocado por el alcalde de Torreón
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En los últimos meses se produjeron en Coahuila eventos que tocaron las lindes de una provocación al actuar en forma desacertada por parte del alcalde de Torreón, y que mediante actitudes moderadas pero firmes por parte del Ejecutivo del Estado, fueron puestas en marcha con el fin de que no causara un desequilibrio gubernamental.
El gobernador utilizó un método poniendo en práctica estrategias inteligentes bien pensadas, con el fin de evitar una ruptura en los canales institucionales sin dejar de lado la verticalidad del puesto, reforzando la institucionalidad, efecto que logró apaciguar el ambiente creado por el presidente municipal, cuya fuerza estatal se impuso e impidió que el nivel de las aguas deviniera en tormenta callando voces y neutralizando acciones descarriladas.
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Querer convertirse en factótum de la ciudad y manejarla como ínsula cuando hoy en día entre todos los puntos cardinales se requiere de la unión, era emprender una empresa fallida que daría al traste con el empeño y la pujanza laboral que emprenden los laguneros cotidianamente, pues el separatismo en estos tiempos incita a un encierro que solo conduce a caer en un hoyo, frenar el progreso y conducir a una anarquía que destruiría el empuje de grandes empresarios que trabajan denodadamente por su ciudad.
Esas posiciones pudieron haber debilitado las relaciones políticas con consecuencias desfavorables para la ciudad con el centro gubernamental del estado, induciendo a un endurecimiento de las líneas de conexión y que era necesario repararlas, sin embargo, el gobierno estatal sensatamente no quiso proceder bruscamente con el objeto de no influir en un desastre que condujera a un rompimiento inaceptable.
Esas acciones, conjugándolas en tiempo presente, han logrado que la autoridad municipal haya entrado –o lo hayan hecho entrar- en razón y las aguas enturbiadas se han encausado suavizando la situación, avaladas por la intervención estatal se saneó la estructura municipal cuyo ritmo de trabajo ha ido tomando su carril empezando a dar resultados, dejando atrás los tiempos ocasionados por actos de corrupción, falta de criterio y con una base política sumamente endeble.
Esa atmósfera creada por Román Cepeda, alcalde de Torreón, en el sentido de confrontar en forma demencial al gobernador, engendró un ambiente por demás temerario, y que a pesar de eso el Ejecutivo del Estado impuso la prudencia para disiparlo, ya que pudo haber actuado frontalmente terminando con ese capítulo y dejar inconclusa la carrera en la vida política del alcalde y ocasionar un rompimiento con la tranquilidad de esa ciudad.
Por estas fechas, la ciudadanía de Torreón ha sido testigo que los vientos de ahora son transportadores de noticias en un ambiente sano, pues la nueva estructura administrativa de la alcaldía ha propiciado enderezar los renglones de la actividad con el impulso del gobernador que continúa abrazando a la ciudad mediante acciones que la favorecen, pues recordemos que con anterioridad ya lo procuraba a pesar del alejamiento del alcalde.
Ahora mismo sigue impulsando la atracción de empresas para esa región, igualmente continúa cabildeando con las autoridades federales para la autorización de obras y en unos días más con la celebración en esa ciudad del segundo informe de gobierno, acto que creará sinergia donde confluirán todos los estratos sociales con la oportunidad de utilizar el hilo conductor con el Ejecutivo del Estado y la posibilidad de interactuar directamente con él.
Ya lo he dicho en otras ocasiones, Torreón es una ciudad muy importante que merece tener un guía que conozca los rincones de la política y actuar en consecuencia, un líder político, analítico, ecuánime, estratega, honesto, saber negociar para llegar a acuerdos.
En fin, ojalá sea el cierre de esa parte oscura que se vivió en esa ciudad donde la soberbia y la descortesía política quiso sobrepasar el nivel que le corresponde, cayendo en lo que expresa El Principio de Peter.
Se lo digo EN SERIO.