Con todos nuestros dientes, de preferencia
La prensa corporativa en Coahuila es hipócrita, cínica y no se tienta el corazón por ningún motivo.
La prensa corporativa en Coahuila es hipócrita, cínica y no se tienta el corazón por ningún motivo, si de aplastar a los adversarios de sus patrocinadores se trata. Es posible que para algunas personas estas palabras suenen escandalosas, chocantes y hasta agresivas, pero no debemos concederle nada, ni tantito, a la calumnia.
Nunca
Un compañero fue vilipendiado en medios de comunicación y se ha exagerado sobre su posición relativa al interior del partido, todo con el propósito de desprestigiar y atacar a nuestro instituto político. Nada de lo que se dijo de él es cierto: no es colaborador del subsecretario Ricardo Mejía, no es consejero estatal del partido y tampoco es “protegido” del Presidente del partido, Diego del Bosque Villarreal.
Eso sí, nada de lo que sí sucedió se dijo: fue detenido sin orden de aprehensión, fue también destruida la entrada de su casa y se ejerció una violencia excesiva en su contra (prueba de ello es la pérdida de algunos dientes debido a los golpes recibidos por oficiales de la Policía Estatal). Nuestro Presidente estatal también denunció el colmo del abuso: ¡una fotografía en la que se observa a la persona en cuestión maniatada con el chaleco y la gorra de Morena en un claro montaje por parte de la policía! Ninguna persona merece ser tratada así, bajo ninguna circunstancia. Esa es la diferencia entre ellos y nosotros: la dignidad no se regatea.
Todo lo aquí escrito se publicó en un comunicado que recibió mínima atención por parte de la prensa. Los articulistas y “líderes” de opinión, reales o autonombrados, decidieron repetir la versión oficial de manera irreflexiva y en piloto automático. Si el compañero en cuestión se demuestra culpable más allá de toda duda razonable, no habrá impunidad ni objeción por parte de los obradoristas. Que todos y todas seamos iguales ante la ley y tengamos un juicio justo.
Como dijera mi amigo Gabriel Saquilán, periodista argentino al que le conté este caso: que sea un juez quien determine si es culpable o no, “con todos nuestros dientes, de preferencia.”