Cosas muy de ayer
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En su muy leída columna ‘Este Saltillo’ don Eduardo L. Fuentes manifestaba haber recibido un injurioso anónimo en el cual se hacía la defensa del dramaturgo Wilberto Cantón
El periódico “El Diario”, dirigido por don Benjamín Cabrera Jr., contenía en su edición del primero de octubre de 1957 noticias muy interesantes.
El PAN postulaba al doctor Carlos Siller Gil como su candidato a la presidencia municipal. Eran sus regidores los señores Vicente Garza López, Óscar Rodríguez Gómez Portugal, José Rosales Sánchez y Lorenzo Burciaga, y candidatos a síndicos Genaro Dávila Peña y Guillermo Cepeda. Los felicitó por su postulación el presidente regional de Acción Nacional, don Óscar Dávila, y tomó la palabra el doctor Pablo Pérez y Fuentes para decir que podía darse por seguro que el día primero de enero el PAN se haría cargo de la presidencia municipal de Saltillo, tomando en cuenta la excelente planilla que estaba postulando.
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El alcalde de la ciudad, don Manuel Valdés Dávila había tomado la noche anterior la protesta a la nueva directiva del Centro Deportivo Ojo de Agua, presidida por el señor Arnulfo Hernández. Acompañaron en el acto al presidente municipal su secretario, Roberto Orozco Melo, don Rafael Cepeda, agente de la Lotería Nacional, el señor Alejandro Leza, propietario de la lonchería “Azamar” y el profesor Alfonso Montaño Buis, director federal de Educación Física.
Don Isidro López Zertuche, se informaba, había regresado de un viaje a la ciudad de México, a donde fue acompañado por su esposa, doña Anita del Bosque de López, a fin de arreglar importantes asuntos relacionados con sus negocios.
Un individuo de nombre Refugio Limón fue detenido por la policía, ya que haciéndose pasar por agente de la Judicial exigió una fuerte cantidad de dinero a la propietaria del restaurante “El Cantón del Riel”, amenazándola con clausurarle el negocio por supuestas infracciones al Código Sanitario.
En su muy leída columna “Este Saltillo” don Eduardo L. Fuentes manifestaba haber recibido un injurioso anónimo en el cual se hacía la defensa del dramaturgo capitalino Wilberto Cantón (don Eduardo se refería a él llamándolo solamente con sus iniciales: WC), a quien el propio don Eduardo acusaba de plagio, pues la obra de Cantón “Nocturno a Rosario” tenía sospechoso parecido con el drama de don Eduardo intitulado “Laura la de Acuña”.
A la última sesión de costura de las damas rotarias asistieron entre otras muy estimables las señoras Conchita Valdés de Suess, Petrita Medina de De Valle, Toñita de Cordero, Blanca Mier de Sáinz y Tere Blanco de Palau.
La guapa y gentil señorita Luchymela Treviño regresó a Saltillo después de pasar el fin de semana en Monterrey, donde fue atendida por las señoritas Treviño.
El señor licenciado Antonio Flores Melo fue objeto de una cariñosa despedida, ya que próximamente contraería matrimonio con la bella señorita Aurora Delgado Barri. La futura desposada fue igualmente despedida de su soltería en una fiesta que le fue ofrecida por su amiga, la señorita Graciela Molina, a la que asistieron, entre otras bellas flores del pensil saltillense: Sara María Canales, Cristina Jiménez, Elisa Montenegro, María Antonieta Torres y Lili Farías.
En los avisos de ocasión se proponía para su venta una casa de campo, amplia, propia para granja avícola, con agua, tres piezas y zaguán, todo por 2 mil 500 pesos.
Cosas todas estas de un Saltillo que ya se fue, pero que no se ha ido.