¿Deducción o decepción? Consulta el visor del SAT

Opinión
/ 19 noviembre 2025

Revisa tus deducciones personales y asegura tu saldo a favor

Cuando usted piensa en el cierre de año, seguro lo primero que le viene a la mente son las posadas, el intercambio de regalos, las uvas, el recalentado y el “¡Nos vemos hasta el otro año!”. Pero si es empresario, contador o trabaja en el área financiera de una empresa en México, probablemente ya tenga un tic nervioso por el cierre contable de diciembre.

Ahora bien, si usted es de los que presenta declaración anual, debería sumar una preocupación más a su lista: su propio cierre fiscal. Lo que voy a contarle puede no gustarle, pero si me presta unos minutos, es muy probable que me lo agradezca en abril.

TE PUEDE INTERESAR: ¿Y todo para qué...? Si solo requieren cinco datos

Recuerde que las deducciones personales le permiten pagar menos impuestos al final del año o, en el mejor de los casos, obtener un jugoso saldo a favor. Así que antes de que suene la última campanada de diciembre, le conviene revisar que sus gastos deducibles estén correctamente facturados.

Y cuando digo “bien facturados”, me refiero a que cuenten con todos los requisitos para que aparezcan precargados en la declaración anual.

Primero, repasemos las deducciones personales que puede aplicar: gastos médicos, dentales y hospitalarios; honorarios a psicólogos y nutriólogos; primas de seguros de gastos médicos mayores; intereses reales de créditos hipotecarios; donativos; colegiaturas; transporte escolar obligatorio; aportaciones voluntarias al retiro; y depósitos en cuentas especiales para el ahorro, entre otros.

Ahora, la parte clave: ¿Cómo saber si esos gastos serán reconocidos por el SAT? Fácil. Use el visor de deducciones personales en la página del SAT. Ahí encontrará un resumen por tipo de deducción, montos registrados y, lo más importante, podrá detectar si algún gasto no aparece o fue clasificado incorrectamente. En ese caso, aún está a tiempo de corregir.

Pero, ojo, no todo lo que brilla es deducción. Por ejemplo, si contrató un seguro de gastos médicos para sus suegros, aunque haya pagado con tarjeta y tenga su CFDI, no podrá deducirlo.

¿Por qué? Porque los suegros no están dentro de los familiares permitidos por la ley. ¿Ya ve por qué no basta con que la factura esté bien? También importa para quién fue el gasto.Otro ejemplo: si pagó con efectivo, la deducción se esfuma. La forma de pago debe ser bancaria: tarjeta, transferencia o cheque pero nunca en efectivo.

También revise que el uso del CFDI sea el correcto. Si fue una consulta médica, debe decir “Honorarios médicos, dentales y gastos hospitalarios”; si pagó una colegiatura, debe decir “Servicios educativos”. De lo contrario su deducción no contará.

Y aquí viene la parte donde usted me quiere preguntar:

“¿Y cómo demonios reviso todo esto sin volverme loco?”. Le tengo buenas noticias: el visor del SAT es su nuevo mejor amigo. Ahí podrá validar si el SAT ya le tiene precargadas sus deducciones o si alguna se quedó en el limbo digital.

¿Descubrió errores? ¿Le faltan facturas? Aún está a tiempo. Puede contactar a su proveedor de servicios y pedirle que reexpida el CFDI con los datos correctos. Pero hágalo ya. Porque una vez que suenen las doce campanadas de Año Nuevo, se acabó el juego.

No hay correcciones retroactivas, ni facturas mágicas, ni santos milagrosos que le ayuden en abril.

Estimado lector, no deje para el brindis lo que puede revisar esta semana. Asegúrese de que sus deducciones estén en orden, porque no hay nada peor que saber que pudo haber recibido un reembolso... y lo dejó ir por una factura mal hecha.

huorsa@ortizgarza.com.mx

X: @huorsa

Substack: Historias de impuestos bien contadas

Temas



Localizaciones



Organizaciones


SAT

Columnista de VANGUARDIA, comediante fiscal por vocación no diagnosticada. Dicen que los contadores nacemos sabiendo sumar... pero Hugo René también nació sabiendo restarle drama al SAT. Es licenciado en Contaduría Pública y Finanzas por el Tec de Monterrey, lo que básicamente significa que aprendió a sufrir con estilo y corbata. Tiene dos maestrías: una en Impuestos (porque a alguien tenía que gustarle eso) y otra en Derecho Internacional, por si alguna vez hay que explicarle al SAT que el tequila no se exporta con IVA incluido.

Empezó su carrera en California, donde trabajaba en una empresa de arroz... porque uno tiene que saber de granos antes de hablar de deducciones. Luego se fue metiendo al mundo de la contaduría, ese hermoso universo donde la emoción más fuerte es cuadrar el balance a la primera. Y cuando pensó que ya nada podía sorprenderlo, ¡lo invitaron al mismísimo SAT! Así es: fue asesor de la jefa del SAT y también trabajó en Planeación, es decir, ayudó a diseñar el mapa del infierno... pero con Excel.

Hoy es socio director en la firma Ortiz Garza y Asociados, donde lidera proyectos fiscales y se dedica a hacerle la vida más fácil a los que le temen al buzón tributario más que a su ex.

Además de contar números, también cuenta historias: fue conductor de “Frecuencia Fiscal” durante 14 años, donde explicaba impuestos como si fueran recetas de cocina (”agarre su CFDI, métalo a la licuadora fiscal y espolvoree deducciones”). Hoy conduce el pódcast “Entre Contadores”, donde se hablan de temas serios... pero con risas entre líneas y anécdotas que harían llorar a un auditor.

También ha sido catedrático, presidente de comisiones, columnista en El Financiero y miembro activo del Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León. Es decir, Hugo René no solo conoce la ley, también sabe aplicarla sin que a uno le den ganas de esconderse en las Islas Caimán.

Si alguna vez pensaste que los impuestos eran cosa seria... es porque no has leído una columna de Hugo René. Prepárate para entender tus finanzas como si te las explicara tu compadre chistoso... pero con cédula profesional.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM