No sé si es solo mi contexto, ánimo y etapa de la vida, pero tengo la impresión de que se respiran cada vez más aires de conflicto no sólo entre países, sino más y más polarización dentro de las fronteras de países enteros. De pronto está de moda definir todo entre izquierda y derecha, los buenos y los malos, blanco y negro, todo binario y todo generalizable.